domingo, 23 de septiembre de 2007

Guillermo Stronatti: ¡Segundos Adentro!

FICHA

“A vivir que son dos días”
AM 590, Radio Continental
Sábados y domingos de 10 a 13.
Conducción: Florencia Ibáñez y Guillermo Stronatti.
Con Cecilia Absatz, Sergio Kanevsky, Esteban Jacina.
Producción: Isabel García, Nicolás Arévalo y Nahuel Villareal.

“El título responde a un programa que tiene la cadena Prisa (dueña de la radio) en España. Ahí se acaban las similitudes, porque ni lo escuché. Este es un magazine de fin de semana en el que priorizamos el humor, porque es lo que practiqué durante 21 años con Dolina, y Florencia con Hanglin y Mactas. Caminamos por la cornisa sin caernos”.


Junto con Flopi (Florencia Ibáñez) vuelcan todo lo que cultivaron al lado de grandes como Alejandro Dolina y Rolando Hanglin. De allí que parafraseando la terminología del boxeo, Guillermo Stronatti asegura que esta vez gritaron “¡Segundos adentro!”. Ahora la ecuación cambió, porque son ellos los que deben ponerse en el foco, cuando siempre fueron geniales a la hora de hacer brillar a la estrella. Por eso, es inevitable que Stronatti hable de Dolina: “En 1985 pasé de cobrador de la radio a locutor de la trasnoche de AM El Mundo, y ahí lo conocí. Cuando Adolfo Castelo se fue a la ‘Noticia Rebelde’ quedé. Después vino la tele, el teatro y lo demás. Apenas estuve separado en 1991, cuando él se juntó con Lalo Mir y yo volví a relatar partidos de fútbol en Radio Provincia, como lo hacía en mi pueblo, 25 de Mayo”.
-Reivindicás tu origen.
-Seguro. Todavía tengo la tranquera dibujada en la cara y está bueno, porque Continental se escucha mucho en el campo. La gente reacciona bien cuando les hablo del recuerdo de mi abuela y sus manos con olor a albahaca o perejil recién cortado. Mi hijo, porteño, no sabe de qué estoy hablando.
-¿Qué te falta de “La venganza será terrible”?
-El estímulo del público en vivo.
-A principio de año decías lo contrario.
-Sí, porque extrañaba el estudio, pero la respuesta inmediata te da mucha fuerza. También me cambió que durante dos décadas trabajaba de noche, me acostaba a las cuatro de la mañana y me levantaba a las once. Ahora puedo cuidar mi agencia de publicidad y cuidar a mi familia. Imaginate, estuve veintiún años con Dolina y veinte con mi mujer.
-¿Cómo fue esa separación?
-El eligió ir a la Diez. Me convocaron, pero no llegué a un arreglo económico. Continental me ofreció este programa y pidieron exclusividad. Por eso me quedé. Además, acá puedo coproducir.
-Se nota que tenés química con Florencia.
-Sí, con Flopi nos estamos adaptando naturalmente, tenemos años de improvisar (en el buen sentido). Es atípico que haya dos conductores. Ella tiene sus espacios y yo mis personajes.
-¿Escuchás radio?
-Si, por contrato, Continental (se ríe). En serio, sí, a Victor Hugo, a Apo y las transmisiones de fútbol. Algunas cosas de América y la FM 2X4.
-¿A Dolina?
-Ya no. Al principio, porque no me podía dormir y lo tenía incorporado. De hecho, mi humor lo aprendí con él. A veces tenía ganas de rematar los chistes. No sé si volveremos a estar juntos. Igual seguimos jugando al fútbol los jueves con nuestros hijos.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica - Buenos Aires
23 de Setiembre de 2007

domingo, 16 de septiembre de 2007

Nacho Goano: “Boca es rival de River, no enemigo”.




FICHA
FM X4 104.3
"Weekend sessions"
Viernes y sábados de 21 a 4
Producción General y Conducción: Nacho Goano.

“Es un programa de música electrónica porque la amo. No me pongo mucho en ‘datero’ pero hay algo de información de tecnología y farándula internacional. Acompaño mientras los pibes se visten antes de ir a bailar. Un predance. La estrella es la música.”

FM Rock & Pop 95.9
“¿Cuál es?”
Lunes a viernes de 9 a 13.
Conducción: Mario Pergolini.
Producción General: Nacho Goano.
“Es lo más escuchado de la FM, ¿qué más necesito decir?”


La historia es conocida. Un día de hace un poco más de quince años, Ignacio "Nacho" Goano se plantó frente a Mario Pergolini, le pidió trabajo y lo logró. Fue telefonista, cafetero, pibe de los mandados, musicalizador, movilero y productor hasta llegar a la conducción de radio y televisión (“Area 18”, con Luli Fernández y Leandro Leunis). Por eso es tan agradecido con su jefe: “Tener a Pergolini enfrente durante tanto tiempo fue como aprender filosofía con Platón. El sabe hacer radio”, dijo de él.
-Michel Peyronel dice que en un programa de música, como el tuyo de X4, se puede hablar de cualquier cosa menos de música.
-Es así. Porque aburre. Te puedo avisar: “vienen Tiesto y Chemical Brothers”, y punto. A lo sumo pondré un tema de cada uno.
-¿Contra quienes competís?
-Supongo que con la Metro, que pone música electrónica. Pero ni lo pienso porque la tribu del dance es muy chiquita. Si nos vamos a poner a dividirla... Nosotros ponemos música y los chicos optan por lo que más les cabe.
-Vos no, pero los que tienen que buscar anunciantes...
-Por suerte no es mi tema.
-Rock & Pop es diferente.
-Seguro. Más multitarget, con un componente rockero. Pero que a la vez permite invitar personajes que no son de ese palo. Estuvieron Cattáneo, Javier Zucker y los Chemical Brothers. Ahí se ve mi mano un porquito (se ríe).
-¿Te estás entrenando con intensidad en lo físico, no?
-Sí, porque me picó el bichito del triatlón (un durísimo deporte de resistencia que reúne a la natación, ciclismo y carrera a pie). Es muy exigente porque te enfrentás contra el peor rival: vos mismo.
-Contame algo de “Area 18”.
-Es un magazine futbolístico en el que la pasamos muy bien. Voy a divertirme y lo manejo como me gusta.
-Tiene un tono similar al de Fantino.
-Justamente, para diferenciarme, hablo de deporte con los invitados. Hablar de la vida Alejandro lo hace muy bien. Para eso está él.
-Sos de los pocos periodistas deportivos que pudo decir de qué cuadro son hinchas y seguir yendo a la cancha.
-Sí, soy de River. Pero todo tiene que ver con el respeto. Boca es el rival, no el enemigo. Si ganan la Libertadores me pongo contento por mis amigos de Boca.
-Pero la gente en banda no es así de reflexiva.
-No, te entiendo. Bueno, qué vas a hacer si ves en la tribuna a un nene de diez años puteando a un referí al lado de su padre, que también insulta. Contra esa estupidez no se puede hacer mucho.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Cronica - Buenos Aires

16 de Setiembre de 2007

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Eduardo García Caffi: “Nacional se tiene que escuchar”

FICHA

Radio Nacional, AM 870
FM: Radio Nacional Clásica, 96.7
FM Folklórica, 98.7
FM Faro, 87.9
RAE (Radiodifusión Argentina al Exterior).

Director: Eduardo García Caffi

Historial: Fue Subsecretario de Cultura de la provincia de Buenos Aires (de 2000 a 2002) y Secretario de Cultura de la Municipalidad de Buenos Aires (de 1993 a 1996). En los ’70 formó parte del popular grupo de música beat “Industria Nacional”. De 1993 a 1999 fue Congresal Nacional del Partido Justicialista.

“Hace alrededor de dos meses que estoy al frente de la radio y es un proyecto interesante porque tiene setenta y ocho radios diseminadas por nuestra geografía. Voy a trabajar para convertirla en una emisora periodística y cultural. La esencia del medio público tiene que ver con eso”.


“Al país lo define su diversidad cultural, por lo tanto eso debe estar presente en la radio pública. No sólo en la programación sin también en la estética, a partir de separadores y de las voces de quienes nos identifican”.
-No te tengo como hombre de radio.
-Ciertamente. Pero trabajé siempre en el ámbito de la cultura, que no está escindido de los medios públicos. El tema es comunicar y cómo y qué comunicar. Las pautas tienen una lógica que las atraviesan horizontalmente.
-¿Cómo te recibió el medio, por venir “de afuera”?
-Con muy buena predisposición.
-La parte artística y periodística es sólo uno de los frentes a los que debés prestarle atención. Vamos de a uno. ¿Cómo está la cuestión gremial?
-Hay 10 gremios en la radio. Tenemos un diálogo muy fecundo con ellos, y trabajamos para cumplir con los compromisos. Somos referentes dentro del medio en el tema sueldo. No hay conflictos serios en el horizonte.
-¿La parte técnica?
-Después de 55 años, en 2006 se puso en funcionamiento el nuevo transmisor de 100 kw. Esto es porque el presidente Kirchner puso en agenda la revalorización de los medios públicos. Ahora instalaremos 12 transmisores de AM, y 18 de FM en todo el país. Y estamos arreglando algunas antenas. Si una radio no se escucha, no cumple su objetivo.
-¿Van a desterrar los transmisores a válvula?
-Hay un plan para hacerlo en dos años, porque son carísimas y gastan mucha energía.
-¿Habrá grandes cambios en la programación?
-De acá a fin de año, no. El estado tiene la potestad de levantar la programación. Pero no es mi idea hasta por respeto a los oyentes. Cuando hablo de incorporar cultura no se refiere a gente hablando de ella sin de poner música, fragmentos de teatro, literatura e invitar a los protagonistas al estudio. Las FM tendrán que pasar más música, y no tantos periodísticos.
-¿Soñás con traer a una figura?
-Algunos están, como Héctor Larrea. Agregaría gente con buen uso del lenguaje. Pero prefiero no nombrar a nadie.
-Los funcionarios dicen que en una radio del estado el rating no es parámetro. ¿Cómo se mide la eficiencia de su gestión? La calidad es opinable.
-La programación debe incluir la cultura y el periodismo independiente. Podemos discrepar en los gustos sobre lo que sale al aire, pero debe tener un piso de calidad. Y, sin presiones, hay que generar un producto que la gente acompañe. Nacional se tiene que escuchar. Debemos esforzarnos por seducir, sin cortar manzanas ni hacer amarillismo.
-La gente tiene el prejuicio de que Nacional es oficialista.
-Y no es así, hay que escucharla. Tenemos una línea editorial que va en beneficio de los trabajadores y de todo lo que le hace bien a la Argentina, no a un partido.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica - Buenos Aires
30 de Setiembre de 2007

domingo, 9 de septiembre de 2007

Daisy May Queen: Una perpetua búsqueda adolescente.

FICHA

Conducción: Daisy May Queen
Pop Radio FM 101.5

“Club Pop”
Lunes a viernes de 7 a 10.
“Básicamente se trata de noticias sobre música, discos, tecnología, chismología en general y algunos juegos con los oyentes. Para levantarse con buena onda”.

“High School Pop”
Lunes a viernes de 16 a 18.
“Está dirigido a los colegios secundarios. Vamos con un movil a una escuela e interactuamos con los chicos. A fin de mes pueden tener un recital exclusivo en el mismo colegio. Ya lo hicimos con Azafata, Ella es tan cargosa, Reik y Volador G, con una repercusión enorme”.


Es la indiscutible diosa de la información del pop en la Argentina, lo sabe y lo disfruta. Sin embargo, la música no es la única preocupación de Daisy May Queen. Por ejemplo:“No puede ser que haya una mezquita tan grande en Buenos Aires y no tengamos un templo hindú. Hay una minoría que no tiene dónde reunirse, aunque sea un altar chiquito en una esquina en el que se puedan dejar ofrendas, como se hace en India”, se queja, defendiendo su fe. Ya definitivamente instalada en FM Pop con dos programas, debe repartir su tiempo con “Lady Pop”, el envío que lleva adelante por C5N.
-En Pop Radio ajustaron el target.
-Sí, al principio apuntábamos a una audiencia más amplia. Hoy somos una radio para teenagers.
-¿Cómo les va?
-Mejor. Desde que hicimos el cambio, levantamos.
-¿Contra quién compiten?
-Disney. Las otras se volvieron muy “adult”.
-No aprenden de Europa, que saben que en los teenagers está el negocio.
-Acá no hay caso. Allá es lo primero que te enseñan cuando hablas de managment de una radio.
-¿Cómo estás de ánimo?
-Muy feliz porque llevo una vida de teenager (se ríe). Soltera, salgo los viernes a la noche, voy a bailar los sábados y vuelvo “volcada” a las siete de la mañana.
-¿Lo hiciste de adolescente?
-Era una chica muy ajustada a lo que me pedían mis padres. Si me decían a las siete, a esa hora cerraban con llave. Si no legaba a tiempo, tenía que esperar durmiendo en la puerta hasta las nueve y media, cuando mi mamá salía a baldear la vereda. Lo bueno de mi segunda adolescencia es que no le rindo cuentas a nadie.
-Y no te anquilosás.
-Exacto. Mucha curiosidad y cero prejuicios. Me aburren las rutinas.
Me gusta mucho más la búsqueda del adolescente que el conformismo del adulto. Los chicos están con el pensamiento abierto a todo. Otro que es como yo es Chiche (Gelblung).
-Ahora tenés mucho trabajo.
-Sí, pero en tareas que admiten cambiar cosas. Y soy auténtica, porque hay días que ni la radio ni nadie te puede exigir una sonrisa. Por más que mi meta sea levantarle la moral a la gente. No sólo a la mañana, sino en la vida.
-¿Cómo ves a los adolescentes?
-Menos prejuiciosos que hace veinte años, más abiertos, pero también más introspectivos.
-Desarrollaron una cultura “indoors”, de puertas adentro, ¿no?
-Sí. Toda la insatisfacción y frustración que compartías con tus amigos o la rebeldía que le demostrabas a tus viejos, sacándolo afuera, hoy lo meten para adentro

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica Buenos Aires, Argentina
9 de Septiembre de 2007

Jorge Dorio: “El sueño del pibe es salir en la tapa de Crónica.”

Comenzó en la gráfica pero se hizo notar en los medios electrónicos. En radio marcó época en los albores de la democracia con “Sueño de una noche de Belgrano” y participó de “La venganza será terrible”, junto a Dolina. Hoy conduce “La revuelta” (De la Ciudad, AM 1110, lunes a viernes de 16 a 18) y “Siempre es hoy” (Provincia, AM 1270, sábados de 10 a 13, un programa de investigación histórica).
“Dolina está preocupado por el qué dirán desde hace quinientos años, y lo estará en los próximos quinientos. Hace un cuestionamiento metafísico en el medio de un chiste. El suyo nunca fue un programa sólo de humor. Disfruté mucho trabajar con él”.



“No hablo de ‘carrera’ porque me sentiría un purasangre. No tengo nada de puro, y menos en la sangre”. Jorge Dorio monologa casi con la misma velocidad con la que consume un cigarrillo tras otro. Cada dos por tres interrumpe la charla para gastarle una broma a alguien que pasa y retoma su argumento donde lo había dejado, sin perder coherencia ni vértigo. Su presente es bueno, sin embargo, la referencia a su currículum parece inevitable: “En el año ’84, durante mi primer año en la radio gané un premio internacional y pasé de ser un energúmeno que no podía ni decir ni la hora, a jefe del informativo de radio Belgrano y después a gerente artístico”.
-Qué líos que armabas en aquella época.
-La verdad que sí. Aunque era un proyecto muy noble.
-Eso te dio prestigio.
-Absolutamente. El sueño del pibe es salir en la tapa de Crónica.
-Y lo lograste cuando terminaste preso con Oscar Castrogé.
-Claro. Estábamos al aire, y él con un comando tomaron la radio porque no les gustaba lo que decíamos de Malvinas. Fue gracioso, me dio chapa, pero era bravo también. Porque en abril de 1984 recién salíamos de la dictadura y me sonaba el teléfono a las tres, cuatro y cinco de la mañana. No era moco de pavo. Cuando venían las amenazas tragaba saliva y seguía para adelante deseando que no pasara nada.
-¿Hoy aguantarías de la misma manera?
-Sí, a pesar de que entonces era soltero y hoy tengo un hijo de quince años (y una relación maravillosa con él).
-Antes por inconsciencia, hoy por dignidad.
-Es así. La gente espera que al volverte padre seas más “careta” y, al revés, yo no quiero quedar mal parado delante de él.
-¿Cómo es su mirada?
-Me juzga con mucha precisión, con la dificultad que genera no caer en la emulación. Eligió no estudiar en el Colegio Nacional de Buenos Aires y no sé qué hará con su carrera.
-Durante cinco años acompañaste a Alejandro Dolina.
-Con gran placer, en una propuesta que no pasaba por lo informativo.
-¿Qué diferencias tiene con vos su programa?
-Su función social es muy parecida. Pero el Negro está preocupado por el qué dirán desde hace quinientos años, y lo estará en los próximos quinientos. Hace un cuestionamiento metafísico en el medio de un chiste. El suyo nunca fue un programa sólo de humor.
-¿Haber trabajado en el debate del Gran Hermano demuestra que no te importa el qué dirán?
-Cada vez que puedo lo aclaro: me juzgaron sin verme. Hablé ante auditorios de doscientos eruditos como en la universidad de Georgetown, no creo que me manche por haberlo hecho para dos millones de personas. Sin comer vidrio, uno puede colar cosas interesantes.
-¿Te gusta la radio argentina?
-Sí, bastante. Me costó encontrar en Estados Unidos (viví cuatro años en Washington) el nivel de algunos programas de acá.
-¿Cómo es “La revuelta”?
-En un programa de retorno me pareció alocado repetir las noticias que vienen desde la mañana. Y como el nombre condiciona al producto, es eso: regurgitar los temas del día y darles un sentido.
-¿Dónde ponés el foco?
-En aquello que no queda respondido nunca cuando la noticia se termina. El público de la tarde es de una categoría diferente.
-Tradicionalmente se lo considera el mismo de la mañana, que va y viene del trabajo.
-Por eso, si un tipo escuchó las tapas de los diarios cuando se levantó de la cama, va seguir con lo mismo a la tarde: con lo que se escribió un día antes. Eso hace que la gente escuche automáticamente, o que se pase a la FM para que le pongan un poco de música.
-¿Cómo lo resolvés?
-A la revulsión hay que buscarle un origen mítico. Por eso arranco el programa con una historia para hacerla desembocar en la realidad.
-¿Por ejemplo?
-El otro día arranqué con la telenovela “Montecristo”, de ahí pasé a la novela original de Alejandro Dumas, extraje sus líneas centrales, es decir la inequidad, la venganza, la recuperación de lo perdido y la cuestión del valor vida. De ahí se puede pasar a la tragedia en Medio Oriente o a cómo ven la enfermedad de Fidel en Miami, para terminar en los problemas del país. Hay que dotar de sentido lo que se escucha a diario. Los mitos ayudan bastante a relacionar a los grandes temas con los simples mortales y algunos semidioses.
-¿Entonces?
-En mis programas tengo que tratar de generar la sensación de inquietud que me genera la realidad. Más allá de la conocida manipulación de los medios, hay lugares de preocupación, explicación, participación y responsabilidad.
-Sé más preciso.
-¿Qué grado de comprensión tengo del Islam? ¿Cuánto participo cuando le digo “turco” a un vecino sin saber de dónde vino? ¿Qué me pasa si no cuestiono algo como lo de los superpoderes? ¿Y cuando voto indiscriminadamente?
-¿Cómo es tu público?
-Hinchapelotas en el mejor sentido de la palabra. Es inquisitorio, cuestionador, y los guachos buscan en las enciclopedias para refutarte. No puedo pisar en falso jamás porque me están contando las costillas. Para colmo, me baso en una espontaneidad que se parece a la desidia.
-Definí tu ideología.
-Es curioso, no tengo una filiación peronista, de hecho vengo de una familia muy “gorila” y me costó mucho entenderlo como una clave fundante en la estructura de la Patria. Y el mundo está convencido de que debo ser el “segundo trabajador”, más o menos.
-¿Te molesta?
-No. Uno debe ensuciarse las manos y no importarle tanto el cómo diablos te ven. Si creen que sos un tilingo o un “peronacho”, como dicen algunos de los oyentes. Tengo que sostener un discurso y un diálogo y tratar de que sean cada vez mejores.



Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires, Argentina

Setiembre de 2007

domingo, 2 de septiembre de 2007

Julio Ricardo: “Victor Hugo es el Maradona del relato”

FICHA

“Futbol 550. El Equipo de Colonia”
Colonia, AM 550.
Domingos de 14:30 a 21:00
Relatos: Chango Torres.
Comentarios: Julio Ricardo (Imparcial), Mauro Viale (River), Atilio Stampone (Racing), Ernesto Cecci (Boca) y Julio Maharbiz (Independiente).

“En la transmisión de fútbol de los domingos la radio dispuso los relatos del Chango Torres y comentarios de simpatizantes caracterizados. El mío es objetivo y para el oyente es interesante el contraste entre la voz del hincha (representada por los comentaristas – fanáticos) y la del periodista imparcial”.

Se llama Julio López Batista, es maestro de escuela y fue interventor de ATC en 1990 durante menos de un año. Debutó cubriendo un partido de Sacachispas para “Noticias Gráficas” en 1957 y desde entonces, nunca dejó el periodismo. En la TV y la radio se hizo conocido como Julio Ricardo y con su buen decir, porte, inteligencia y caballerosidad se convirtió en un referente de los medios electrónicos. Sobre todo cuando rueda una pelota. “Tengo el corazón dividido con la tele, pero hice mucha radio, en todos lados –reconoce-. Estuve al lado de relatores extraordinarios, como Luis Elías Sojit, cuando era muy chico, de joven acompañé a José María Muñoz, y ya como periodista formado, junto a Victor Hugo Morales. Tres maneras diferentes de entender el relato. Las tres fantásticas”.
-¿Cómo definirías a los dos últimos?
-Muñoz era la emotividad. El tablón relatando un partido de fútbol. Victor Hugo es genial. Es Maradona. Para hablar de relato habría que dejarlo a él de lado para empezar a ver quién fue el mejor. Victor Hugo tiene una imaginación tan frondosa para meterse en el relato y hasta en el juego. A veces un jugador tiene dos opciones de pase y Victor Hugo se anticipa en la resolución. Si el futbolista lo contradice, seguro que es porque se equivocó y tomó la jugada incorrecta.
-¿Por qué estás en Colonia?
-La elegí por una razón objetiva. La propuesta me la hizo el director, Mario Kaminsky, cuando ni siquiera estaba buscando. Es una oferta seductora. Además, el espectro ideológico es interesante porque es muy amplio.
-Otra particularidad es que es binacional. No podés escaparle a los temas de Uruguay.
-Se hace una referencia bastante generosa al campeonato uruguayo, desde luego. Que gracias a la televisión por cable es más conocido por acá, aunque no tenga figuras extraordinarias. Por supuesto, el fútbol argentino es muy conocido del otro lado del Río de la Plata.
-¿Qué te parece la relación del deporte y los medios hoy?
-El fútbol es la gran pasión de los argentinos, parte de su religión (más allá de que existan otras cuestiones de mucha mayor trascendencia) y abarca a todos los estratos sociales. Pero hay una enorme porción de gente que no tiene cable y se queda sin poder disfrutarlo. Eso es un fraude. Como si la sociedad hubiera alentado el amor con el fútbol. Y este último, cuando llega el momento de concretarlo, pide plata.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica

Buenos Aires, Argentina

2 de Septiembre de 2007