miércoles, 17 de enero de 2007

Eduardo Colombo: “Perdí trabajos por tener ‘imagen de timba’”

Aunque no reniega, el locutor quedó injustamente marcado por el éxito de su programa de TV, “Notijuegos”, en el que se daban los resultados de la Lotería, quiniela, turf y PRODE. Porque él es mucho más que eso y lo demuestra cada mañana con opinión, noticias y buen humor en “Vivamos Juntos Un Gran Día” (Nacional, AM 870, lunes a viernes de 5 a 7), en un horario que impuso con su recordado “Gallo Loco”.
“Se jubiló al antiguo transmisor que tenía casi medio siglo de antigüedad. Hoy podemos competir de igual a igual con las privadas. Se escucha mucho mejor y además están las cuarenta repetidoras en todo el país. Hay pueblos que sólo pueden escuchar esta emisora”.



“Estoy encarando la cuarta temporada en Radio Nacional, con el mismo horario histórico de ‘El Gallo Loco’”, dice Eduardo Colombo y su voz potente retumba en el silencio de su departamento de Barrio Norte. Y agrega: “Estoy más que contento porque me siento muy cómodo y tengo una gran colaboración por parte de la emisora. La gente es extraordinaria y nunca nadie me indicó lo que tenía que decir”.
-¿Mejoraron también en lo técnico, no?
-Sí, ahora estamos en 100 kw y se hizo un gran esfuerzo porque se jubiló al antiguo transmisor que tenía casi medio siglo de antigüedad. Hoy podemos competir de igual a igual con las privadas. Se escucha mucho mejor y además están las cuarenta repetidoras de todo el país. Cuando vas al interior se nota la presencia. Hay pueblos de la Patagonia que sólo pueden escuchar esta emisora.
-¿“Inventaste” el segmento horario?
-Sí, pero los medios nunca lo valorizaron. Ninguna revista tilinga me hizo jamás una nota. Tal vez no me la merezco, pero el programa sí. Teníamos el cuarenta y ocho por ciento de las radios encendidas de ese horario. Ahora están todos de seis a nueve.
-¿Fue intuitivo o hiciste un estudio de mercado?
-Fue un acto de justicia. No me parecía correcto que la gente que se levantaba a la madrugada no tuviera manera de enterarse de lo que pasaba en la calle. Planteamos un programa con el ritmo de las diez de la mañana. Así nació. Después me enteré de que el setenta por ciento de los trabajadores (desde obreros a gerentes) se levanta entre las cinco y las ocho de la mañana.
-Un mercado enorme ¿por qué nunca tuviste publicidad en cantidad?
-Porque las agencias decían que yo tenía el cuarenta por ciento de apenas el veinte por ciento de los receptores encendidos. Nunca entendieron que la atención que te prestan a esa hora es muy superior.
-¿Cómo percibís el panorama del medio?
-La radio fue tal cuando la manejaban los locutores. Son gente preparada para trabajar en eso. Cambió a partir de la flexibilización del menemato y de la llegada de aquellos que tienen mucha prensa por venir de la televisión.
-Primero los corrieron de la TV.
-Sí, hace cuarenta años a nadie se le ocurría poner en pantalla un programa de entretenimientos sin que lo condujera un locutor. Era impensable.
-¿Qué pasó?
-Arribaron nuevas agencias de publicidad con creativos jóvenes que no entendieron esto. Sólo saben de márketing. Entonces en vez de poner a conducir a alguien con título y trayectoria pusieron al que estaba de moda en la tele. Una cara en vez de una voz, salga bien o mal.
-Oscar Gómez Castañón opina que es muy arriesgado poner actores a conducir.
-Seguro. Fijate cómo cambian las programaciones cada temporada, ya no hay envíos longevos como “Rapidísimo”, “La vida y el Canto” o hasta el mismo “Gallo Loco”. Hoy están la modelito o el actor cómico conduciendo. Y es tiempo del periodismo como “primer poder”. Algunos decían que “el locutor sólo sabe leer”. Así empezó el desprestigio de la profesión.
-¿El estar relacionado con los juegos de azar te jugó también en contra?
-Sí. El ejemplo está trillado pero sirve: si tomás whisky en Recoleta “sos un piola que se pone alegre”. Si tomás vino en la Villa 31 “sos un negro borracho”.
-¿Entonces?
-Si jugás a los números o vas al hipódromo sos un burrero o un quinielero, destructor de la familia y vergüenza nacional. Así me discriminan porque si critico a un político me descalifican por ese lado. Yo nací frente al Hipódromo de San Isidro y la gente tapaba los prismáticos con diarios (aunque la imagen de las carreras de caballos esté cambiando).
-No pasa lo mismo con el Casino.
-Exacto, si jugás al póker o a la ruleta sos un vivo. Desde 1985 muestro el turf como una industria. Y el burrero es el que más cuida a los chicos. Tienen sectores para que jueguen, hectáreas de verde y la entrada prohibida a los salones de apuestas a los menores.
-¿Como te afectó la identificación?
-Sólo te doy un ejemplo. Tuve un programa de golf porque entiendo del tema. Cuando terminó, la gente que manejaba los profesionales le pidió a un importante dueño de canales de cable y aire que yo anunciara el ránking. Este hombre me vetó porque tengo “imagen de timba, no de golf” y no me contrató.
-A diferencia de Riverito (Roberto González Rivero), siempre te rebelaste contra el encasillamiento.
-Sí, siempre defendí al hombre de turf y al tipo que juega cincuenta centavitos a un número. Pero también hago programas con opinión. Cuando se fue Héctor Larrea (a El Mundo) pedí a Rivadavia que me ampliaran el horario del Gallo Loco hasta las ocho. No me lo dieron y hoy me reconocen que fue un error, pero que yo todavía no era nadie. La culpa de no estar en los medios es mía porque soy un rebelde.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica

Buenos Aires, Argentina
Enero de 2007

Oscar “Cholo” Gómez Castañón: “Cuidado con poner a conducir a un actor”.

El periodista es uno de los que encara sin fisuras el desafío de la conducción en radio y TV. Se lo puede escuchar en la nueva Belgrano (“La Mañana del País", AM 950, lunes a viernes de 9 a 13) y, en compañía de Micaela Grinza, se lo ve en “Hombres de Campo” (América TV, domingos a las 10.30).
“Muy poca gente funciona bien en los dos medios. Además, lo central es que los que vienen son actores, no periodistas de TV. Y el papel que menos le suelo creer a un actor es cuando debe interpretar a un conductor de radio o televisión en una ficción”.





A pesar de que el mercado de pases de las radios estuvo particularmente movido en el inicio de temporada, llamó la atención la mudanza del Cholo Oscar Gómez Castañón de la Red a Belgrano. Sobre todo porque no hace mucho, en esta misma sección, declaraba eufórico que “se sentía cómodo en La Red”, que “no convenía cambiar de radio” y que “no le interesaba pasarse a la mañana”.
-¿Qué ocurrió para que dieras semejante vuelco?
-Varias cosas. La Red hizo algunos cambios fuertes que me hicieron dudar sobre qué resultados tendrían. Sin embargo, pensaba seguir. Entonces apareció Feddy Ojeda, con quien había trabajado toda la vida en Continental. Con él al frente presentan el proyecto de Belgrano: a tres años y con un montón de garantías en lo técnico y en lo artístico. Es gente amiga y me da libertad, eso no pasa habitualmente.
-También decías que no te moverías de la tarde.
-Dentro de esa movida de Belgrano se incluía a una mañana que no era la que me aburría y a la que me negaba a volver. Nuestro programa tiene más sabor a la tarde, más de FM.
-¿En qué radica la diferencia?
-En que para muchos parece que la obligatoriedad de la segunda mañana es pasar por el repaso del diario, por las tragedias, el diputado, el protagonista y todo eso. Ahora arrancamos con una primera mañana informativa muy fuerte comandada por Mario Giorgi. A nosotros nos queda un clima más relajado, distendido y divertido, amén de cualquier sorpresa a la que la radio debe seguir llegando primero. La historia cambió, a las nueve la gente ya se informó con internet, el cable y tantos otros medios.
-¿Qué objetivos tienen?
-Belgrano viene con todo por hacer y se ve a los directivos entusiasmados. Hay fases, primero vino el cambio de estudio a Tucumán 1, después la repotenciación técnica muy importante.
-¿Cómo evaluás el 2007 radial antes de que empiece la temporada fuerte?
-Auguro muchos sacudones en las audiencias de las mañana de AM. Radios líderes hicieron muchos cambios que no sé si son los mejores. Otras más chicas vienen muy bien y eso hará que se reposicionen.
-¿Cambiarán las posiciones en el ranking de emisoras o seguirán los cuatro pelotones bien diferenciados?
-Hay que dejar de lado a la Diez, que no planteará cambios en su liderazgo y si le faltaba algo agregó a Rolando Hanglin y a Dolina. Las del segundo pelotón están haciendo modificaciones que, humildemente, quiero ver en qué terminan. Por eso, las que venimos atrás podemos tener un año muy bueno a la hora de barajar y dar de nuevo.
-¿Dónde debería estar Belgrano a fin de año?
-En el segundo pelotón, con miras a liderarlo el año que viene.
-Hoy no competís sólo con las AM.
-No, no, no. Las mediciones vienen por separado, pero vos peleás el encendido con la FM. Después verás cómo te repartís los oyentes en tu banda.
-Tienen la contra de que no salen al mercado radios portátiles nuevas con AM. Los reproductores de MP3 y los teléfonos móviles vienen sólo con FM.
-¿Es así?
-Sí. Supongo que cuando llegue la norma digital se incorporarán a esta tecnología. Hasta entonces la solución podría ser una repetidora en FM.
-Tenés razón. En ese sentido Belgrano está apostando a una cadena de radios de alcance nacional. Repetidoras de nuestra programación completa, en AM y FM. Pero eso lleva tiempo y es importante. Cualquier cosa que supere las treinta repetidoras es muy seria.
-No tenés que modificar el discurso.
-No. Me manejo como si ya estuviera esa cadena funcionando. Algo que pasa en los hechos por internet.
-¿Por qué creés que el proyecto de La 950 en esta misma sintonía no funcionó con tantas figuras de la TV?
-Muy poca gente funciona bien en los dos medios. Además, lo central es que los que vienen son actores, no periodistas de TV. Y el papel que menos le suelo creer a un actor es cuando debe interpretar a un conductor de radio o televisión en una ficción.
-¿A qué se debe?
-A que la manera de incorporar la información es muy diferente, el actor no puede hacerlo aunque se pase el verano estudiando los diarios. La técnica es diferente, tenés una enciclopedia en la cabeza. Y rodearlo de especialistas tampoco sirve porque te dejan desairado. Quedás como un tonto o un ignorante. Haría la salvedad de que me gustó Mirtha Legrand, porque hizo algo parecido a los almuerzos. Al actor puro el ropaje le suena ajeno.
-¿Entonces?
-El conflicto es del actor, no de la TV. A los periodistas y los conductores les tengo más fe. Jorge Rial hizo radio en serio, por ejemplo. Cuidado con contratar a un actor en radio, con ponerlo a conducir por talentoso que sea.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica

Buenos Aires, Argentina
Enero
de 2007

domingo, 14 de enero de 2007

Claudio Legnani de “Campeones”: “Mejor nos olvidamos de la Fórmula 1”

Se resigna Claudio Legnani: “En Argentina estamos descolgados del mundo” por los costos de la mayor categoría automovilística. Mientras tanto, con “Campeones” él y su familia tienen programas en Garage TV, América Sports, Fox Sports y Canal Rural. Desde hace 10 años relatan carreras por radio Rivadavia y este año sumaron la transmisión de las clasificaciones de los sábados. Además, los domingos de 6 a 8 también llevan adelante “Campeones y el campo” (Rivadavia, conducido por Carlos Alberto).
“No creo que haya otro país tan ‘fierrero’. De hecho es impresionante la cantidad de autódromos que tenemos en Argentina. La proporción de circuitos por cantidad de habitantes que hay acá no existe en ningún otro lugar del mundo”.


El pionero fue Carlos Alberto Legnani, que arrancó con “Campeones” allá por noviembre de 1963 y su grito “¡Ganó, ganó y ganó!” se convirtió en una marca que describe cómo le fue a su empresa. Hoy hace rato que les pasó la antorcha de la escudería a sus hijos Jorge Luis (relatos) y Carlos y Claudio (producción). Precisamente es Claudio Legnani, uno de los directores, quien recibe a “Ahora” en una oficina llena de recuerdos de carreras, autos y pilotos. “Estamos pasando un muy buen momento -asegura-. Tenemos el ochenta por ciento de la audiencia de automovilismo y el treinta de la general los domingos por la mañana. Además, ‘Campeones’ es la única revista semanal de deportes de la Argentina”. Y agrega: “La nuestra es una empresa familiar. Mi viejo es de Winifreda, un pueblo muy chiquito de La Pampa, y se vino a Buenos Aires de pibe para relatar boxeo y otros deportes hasta que se metió en las carreras de autos, que es lo que más le gustaba”.
-Ya les pasó la posta.
-Sí, viene cuando tiene ganas si hay una carrera que le gusta y hace relaciones públicas. Pero como es un fanático del trabajo lo vemos seguido. Le gusta viajar mucho y se siente muy vinculado con la gente del interior.
-¿Cuál es tu trabajo?
-Me encargo de la producción, de la logística y de la comercialización de todos nuestros productos.
-¿Por qué el automovilismo tiene un perfil tan bajo en los medios, aun cuando arrastra mucha gente de alto poder adquisitivo?
-Es un deporte que pega muy fuerte en el interior del país. Nuestras revistas se venden en un setenta y cinco por ciento fuera de la Capital Federal.
-¿Tiene explicación?
-Esto pasa de generación en generación. Viene de cuando los pilotos armaban sus autos y tenían a todo un pueblo que los apoyaba. Hoy esa costumbre sigue. Así, detrás de Jonatan Castellano está Lobería y la descendencia del Pincho, Juan Bautista de Benedictis es el hijo de Johny y son de Necochea. La gente de la ciudad se siente representada por “su” piloto en cada carrera: Arrecifes por los Di Palma, Ramallo por el flaco Traverso, y así. Si se corre en Paraná todos los entrerrianos se van hasta el autódromo a apoyar al Gurí Martínez y si es en el Chaco la provincia se moviliza para respaldar al Pato Silva.
-¿Quién es hoy el corredor más convocante?
-Guillermo Ortelli. Además, es el que más me gusta por lo frío que es arriba al volante y por lo buena persona que es.
-Pensaba que me ibas a nombrar uno más mediático.
-Sí, Marcos Di Palma también, igual que el Gurí Martínez. Ellos tres son los que más gente llevan a los autódromos. Marcos es el único que trascendió el ámbito del automovilismo, aun cuando los otros dos consiguieron más títulos y campeonatos; pero tienen un perfil más bajo.
-¿El fenómeno de las transmisiones radiales de las carreras es internacional?
-No, es bien nuestro. No creo que haya otro país tan “fierrero”. De hecho es impresionante la cantidad de autódromos que tenemos en Argentina. La proporción de circuitos por cantidad de habitantes que hay acá no existe en ningún otro lugar del mundo.
-¿Tenemos alguno de alta competencia?
-Ninguno en condiciones de recibir a la Fórmula 1. Ni siquiera el Oscar Gálvez (de la ciudad de Buenos Aires).
-¿Entonces los rumores de que recuperaríamos la fecha...?
-Imposible. Por costos, aeropuerto, hotelería, tecnología, todo. Para darle una fecha a Estambul la obligaron a construir autopistas y mejorar el aeropuerto, y encima tenés que ver el autódromo que construyeron.
-¿Por qué si es tan popular no tenemos un piloto en la Fórmula 1?
-Exclusivamente por una cuestión comercial, más después de la devaluación. Talento sobra, fijate el caso de Pechito López y tantos otros.
-¿No le rinde a una escudería poner un piloto talentoso y que gane?
-Es que esa no es la lógica. Toyota u Honda piensan: “¿Cuántos autos más de mi marca venderé en Argentina si pongo un piloto de esa nacionalidad?”. Somos pocos. San Pablo, sin ir más lejos, tiene casi tantos consumidores como nosotros. A menos que hablemos de un fuera de serie con un gran mánager. Claro que cómo lo demuestra si no le dan los autos. Estamos descolgados del mundo. Mejor nos olvidamos de la Fórmula 1.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires, Argentina

14 de Enero de 2007

martes, 9 de enero de 2007

Leticia Bredice: “La maternidad te pone cemento en los pies”


Inquieta, la actriz – escritora – directora – cantante - figura mediática y madre de Indio sigue buscando expandirse y abarcar. En ese marco se calza las ropas de conductora radial para “Bailarina en la oscuridad” y va de lunes a viernes a la medianoche por la renovada AM 1110, que sigue perteneciendo al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires pero ahora se llama “La Porteña – Una máquina de Radio”. Leticia estuvo hace poco como jurado de un festival en “Bollywood”, la Meca del cine de la India, y trajo su particular visión sobre sus pobladores y la pobreza. “Escucho a Pettinatto, Fernando Peña, emisoras de tango y de folclore. A la tarde a la Vernaci y, aunque me da un poco de vergüenza, me encanta el programa de Chiche (Gelblung). Me mata lo canchero que es, como habla y los temas que toca”. “No planifico demasiado ese tema, pero en este momento no pienso darle un hermanito a Indio. Tengo tanto por hacer y un chiquito es una responsabilidad muy grande”.


-¿Es tu debut en la radio? -No. A los 17 fue lo primero. Engolaba la voz y hacía los avances de un par de radios piratas. Después tuve un programa que se llamaba “Entre mujeres” en el que leía la revista Uno Mismo y tocaba temas que le interesaban a ellas. Me re-copaba. Después me volqué al teatro y pim, pam, pum.

Ese “Pim, pam, pum” de Leticia Marcela Brédice intenta esconder una de las carreras más eclécticas y exitosas de las últimas décadas. A los 34 años es de esas privilegiadas que se da el lujo de hacer lo que quiere y, con mayor o menor suceso, siempre cae parada. Claro, lo más meritorio es que esta hija de inmigrantes napolitanos siempre toma riesgos. Al menos hasta que vuelva a la tele de la mano del reality circense de Susana Giménez, su nuevo desafío pasa por sacarse de encima los reflectores y dejar su belleza sólo para sus afectos: su pareja Juan Sanguinetti y Xul Salvador (un año, para todos “Indio”), el hijo de ambos. De este modo, manifiesta sus inquietudes artísticas por el lado de la escritura y, claro, de la radio.

“El año pasado tuve un proyecto para el canal de la ciudad de cortometrajes sobre violencia infantil –relata-. A partir de ahí me ofrecieron AM, llenos de reparos porque supusieron que iba a decir que no y tuvieron razón. Pero después me quedé pensando y me dije ‘¿por qué no?. Si siempre escuché AM’”.
-¿Te gusta la Porteña?
-Creía que no, después me puse a escucharla, me enteré que iba a seguir Tom Lupo y me di cuenta de que estaba buena. Además, me dejan grabar el programa porque quiero dormir a mi chiquito todos los días, por eso no me ves en televisión.
-¿Y el formato? -También hago lo que me parece. Reportajes a personas que no son conocidas a nivel popular pero llevan adelante un trabajo social muuuy importante.
-¿Como Fabián Polosecky? -Sí, claro. Sin caer en la comparación, como hacía Polo o Juan (Castro), esto de buscar otros personajes y mirar para otro lado.
-Siempre trabajaste con el cuerpo pero desde hace un tiempo te ocultás: un disco, estás escribiendo una novela erótica, terminaste dos obras de teatro y las querés dirigir, la radio. ¿Tiene que ver la maternidad en este “correrse”? -La maternidad tiene que ver en todo. Te pone cemento en los pies, te hace caminar con la pisada de tu hijo. Empezás a tener cuidado de que no le pase nada ni a él ni a vos, y te preocupa el futuro. Por eso me pude dedicar a todo lo que me fascina y que no está vinculado a la exposición pública. Cosas que siempre practiqué pero que no era el momento para ponerles fuerza.
-¿Es una locura filmar una tira con un recién nacido? -No sé, muchas madres actrices lo hacen.
-No dije “qué mal”, porque todas lo hacen por necesidad. Pregunto si no es demencial. -La verdad es que sí. Los primeros dos años los chicos tienen que estar con sus mamás en las buenas y en las malas. No sólo para dormirlo y bañarlo. Y en eso estoy. Pero porque me ayudan, eh. No soy millonaria. En otro momento de mi vida hubiera tenido que trabajar sin poder estar cerquita como ahora. Es una etapa.
-¿Se te despertó el instinto de protección? -Sí, es fuertísimo como te cambia. Nunca me había pasado porque con las parejas es diferente. Si no cuido yo al bebito (o el padre), ¿quién? Está indefenso.
-¿Cómo se lleva con Juan? -Muy bien, tiene una relación hermosa con el papá, está re-enganchado.
-¿Mirás TV, escuchás radio? -Radio sí. No sé por qué la tele no me seduce. A pesar de que me encanta. No la prendo porque es ruidosa, estoy escuchando música, limpiando la casa o hablando por teléfono con gente.
-Ya vas a empezar a ver a Barney y otros programas infantiles. -¿Sabés que Indio no se engancha con eso? No mira nada, no le gusta. Ojalá se quedara un rato frente a la pantalla así yo tendría más libertad.
-¿Qué sintonizás en la radio? -A la mañana Pettinatto y Fernando Peña, después al mediodía no me gusta casi nada, así que pongo radios de tango o de folclore. Vivo en Acassusso y busco eso en el auto cuando voy al Centro. A la tarde a la Vernaci y, aunque me da un poco de vergüenza, me encanta el programa de Chiche (Gelblung). Me mata lo canchero que es, como habla y los temas que toca.
-¿Vas a pasar temas tuyos en el programa? -No creo.
-Pensé que le ibas a dar más ímpetu a tu carrera de cantante. -Hace poco hablé con un chico, Cristian Basso, para ver que hago con eso. Tuvo buena recepción y me encuentro con muchas chicas que me dicen que escuchan “Actriz”. Hice gira por el interior, pero parece que a un disco le das bola nada más que cuando lo estrenás. Sin embargo, cada vez que sugiero salir en el verano a cantar me dicen “no, tenés que grabar algo nuevo”. Y en ese punto me canso. Por eso voy a la fácil.
-¿Cine? -Me re-gusta, me trajeron unos guiones buenísimos. Hay que ver que pasa con los presupuestos y los créditos del instituto. También terminé de escribir un guión.
-¿Lo vas a dirigir? -Mmmm... (duda) No tendría problemas, pero primero debería dirigir una obra de teatro, para la que ya tengo comprometido a un grupo de gente. Se llama Rabisnovia y es de ciencia ficción. Será con siete mujeres. Tengo ganas de actuar, pero es un bardo. Hay otra, también mía, que se llama “La cola del avión”
-Estuviste de viaje por la India. -Sí, como jurado en el Festival de Cine. La pasé muy bien, y noté que allá tienen una mirada muy atenta hacia el cine argentino, pero no pasa nada.
-¿Por qué? -Porque a pesar de que tienen un muy buen registro de nosotros, desde acá se mandó una sola película a competir. Hay que ser un poco más organizados.
-Sobre todo con un mercado tan potente como ese. -Claaaro, el cine argentino está necesitando una manito grossa, porque en este momento no está pasando mucho a pesar de que tenemos una generación de grandes directores. Desde Trapero a Luis Ortega pasando por Lucrecia Martel y Agresti. Afuera los conocen a todos.
-¿Las imágenes de pobreza de la India te apabullaron? -No, porque todo es tan precioso y magnífico, y ellos son tan distintos... Estuve en Goa, que es una ciudad turística, y en Bombay, que es un poco más densa. Ahí no existe nie country ni el barrio privado.
-Tampoco hay agresividad. -No, es cierto. Me pareció un país impresionante. Mucha gente que conozco se impresionó con la pobreza y hasta dejó todos sus bienes. A mí reeegustó. No me asusta porque es increíble, la gente puede no tener nada pero está tranquila, llena de colores, y escucha y toca música con unos instrumentos maravillosos. Trabajan y rezan todo el día y son maravillosos con los chicos. No como los americanos que te dicen “¡a los niños no se los toca porque les vas a pasar tus gérmenes!”. Los indios se te tiran arriba del bebé “¡Ay, qué lindo!” y te invitan a pasar a sus casas para que lo muestres porque es rubiecito. Tienen a los bebitos llenos de collares y con el tercer ojo dibujado en la frente. Su pobreza es muy linda y pintoresca, no son tristes.
-¿Sos de planificar? -Desde que tengo a Indio, sí. Financieramente y hasta me puse a averiguar dónde hay un hospital cerca.
-¿Cerraste la fábrica? -Por ahora sí.
-Nada de hermanitos, entonces. -Eso no lo planifico demasiado, pero en este momento tengo tanto por hacer y un chiquito es una responsabilidad muy grande.
-Es una vida de la que hay que hacerse cargo. No es broma. -Claro. Parecen bebotes, hermosos para jugar, pero después hay que ponerse a pensar en el colegio y todas esas cosas necesarias que tanto detesto.
-Ojalá Indio salga mejor alumnos que vos, ¿no? -Ojalá sea feliz y pueda tener el título de lo que le guste. Y si no que trabaje en algo que lo llene porque lograr eso es muy difícil.
-¿Lo ves actor? -Sueño con que sea un gran músico. La abuela, la mamá de Juampi lo anotó en una escuela de música de la vuelta de su casa y eso me gusta mucho. No me importaría obligarlo a que aprenda a tocar un instrumento.



Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires, Argentina

Enero de 2007

Julio Bárbaro: “La ley de Radiodifusión es un tema menor”


Su gestión al frente del COMFER, organismo del Estado responsable de regular la instalación y funcionamiento de las emisoras de radio y televisión en todo el país empezó junto con el gobierno de Kirchner. A pesar de su tono franco y declamativo, su estilo es claro: buscar el consenso y evitar la confrontación. “Con la digitalización las radios truchas desaparecerán de hecho, mientras tanto que vivan”, sostiene. “La ilegalidad deja de ser un acto revolucionario cuando lo que busca es sólo sacar ventaja. El que pone una radio trucha no es un humilde que pide un plan trabajar”.

Hace mucho calor y Julio Bárbaro bufa: “Somos los únicos dos que laburamos, Buenos Aires está vacía”, luego sonríe cómplice. Se acomoda en el sillón, mira la pared de televisores sin volumen y felicita su gestión: “Dentro de nuestras virtudes está que tenemos las puertas abiertas. El de la radio más chiquita del país golpea y pasa. También sacamos los gestores del medio, los trámites están en internet. Y lo más importante, vendimos casi 3000 pliegos de FM”.
-¿Es decir?
-En todo el país, donde hay espacio sólo se cobra 1000 pesos, si quieren en cuotas. Así legalizamos la mayor cantidad posible de radios. Había 5000 ilegales, bueno, la mitad ahora está dentro de la ley.
-¿El resto no es técnicamente legalizable?
-En Capital Federal no se puede porque no hay lugar.
-¿La aparición de AM truchas tiene que ver con que el espectro de las FM está tan saturado que no entra ni una más?
-Es un fenómeno de Capital y Gran Buenos Aires tan insólito que en el mundo no nos creen que pasa. Para poner una AM hay que tener un consenso internacional. Fue efecto de la crisis, deberían desaparecer. No se puede justificar que, porque no hay trabajo, pongan un kiosco en la 9 de Julio.
-Sucede.
-Sí, pero se los desaloja de inmediato. No hay motivos para que haya AM ilegales. Tiene la misma lógica que los piquetes, se acabarán cuando se los pueda integrar a la sociedad. Llamé a los dueños y les ofrecí que sus técnicos definieran cuantas entraban y los legalizábamos.
-¿Qué pasó?
-Sus ingenieros confirmaron que había lugar para 9 y que eran más de 100.
-¿Entonces? Algunas deben tener mejores equipos que Radio Nacional. -Exacto. Pero en 2007 al ilegal se lo decomisa porque tuvieron opción. La ilegalidad deja de ser un acto revolucionario cuando lo que busca es sólo sacar ventaja. El que pone una radio trucha no es un humilde que pide un plan trabajar.
-¿Cooperativa (740) y la de las Madres de Plaza de Mayo (530) siguen esta lógica? -No voy a hablar de una en particular. Salvo que sea universitaria, para obtener una licencia hay que ganar una licitación en un concurso. Aquí no se presentó ningún trámite. Podría decomisarlos sin opiniones en contra porque los diarios, las radios y la TV me lo piden. Pero es más simple, con la norma digital van a desaparecer todas de hecho. Mientras tanto, que vivan. Argentina es el único país del mundo en el que sintonizás una radio y suena otra. No es una virtud.
-El secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, declaró que “La ley de Radiodifusión no está en agenda”. -Tiene razón. La cuestión de la TV gratuita o legalizar 4.000 radios es más importante. Necesitamos un sistema que se refleje en una ley.
-En este caso lo formal no es un tema menor. -Sí, porque cuando voy al Congreso no tengo diferencias con nadie. Si hay que sacar una ley se vuelven absolutas. Una ley puede ser el motor que organice o la foto del final. Yo apunto a la segunda opción. Pusieron el grito en el cielo porque renovamos por diez años la licencia a los medios. Es ridículo pensar que si llamamos a una licitación la va a ganar otro.
-Sin embargo, “la esposa de César, además de ser, debe parecer (pura)”. -Acá es y parece. En ningún país se cambian los dueños de los medios. (Hugo) Chávez está haciendo lo que nos piden a nosotros y mirá el lío que se le armó. La democracia es aceptar al que estaba aunque nos caiga mal.
-¿Cuáles son los objetivos de este año? -Fortalecer la TV gratuita a partir de la digitalización. En un país con 6 millones de abonados de cable, quedan 2 millones sin acceso ni a un canal de aire. Hace poco un juez de Mercedes, San Luis, decomisó un canal de aire. Lo llamé porque si bien era ilegal, era gratuito. El que no tiene cable, sólo tiene eso. Como estado tengo que favorecerlo porque es lo que le llega al pobre. El sueño es tener un canal satelital para el que en el interior no puede pagar DirecTV. Comprás un decodificador y bajás sin pagar siete señales, entre ellas una deportiva de la secretaría de deportes, y otra de películas del INCAA. Si el servicio gratuito no es bueno, el pago del cable no es legítimo, aunque sea legal.
-¿La foto del final tendrá empresarios con más de una radio? -Mi voluntad es que no. A los mexicanos de CIE les pedí que vendieran y nadie quiso comprar. Desde que estoy acá cien individuos vinieron a preguntar por la compra de radios. Creen que vale como un kiosco. No hay empresarios que quieran poner 3 millones de dólares por radios que cuestan 7. Con la digitalización cada señal se cuadruplica. En España se licitaron los nuevos espacios, acá se los dejás a los canales. Cuatro no viven, no hay mercado. Lo más grave es que los extranjeros tienen medios.
-¿Con los horarios de la TV se perdió la batalla? -No. La rentabilidad es del cable, tengo que tener consideraciones con el aire porque está en crisis. En marzo los horarios estarán bien.
-Las multas no frenaron las transgresiones en los medios. -Siiií. Hoy hay once millones de pesos de multas. Siete homologados.
-En radio no pasa. -Ahí no soy duro. Fernando Peña se sentó ahí y le dije “usted tiene talento”. Protejo la pantalla, en radio no gano nada con eso y sospecho que si corto a los malhablados, se van los mejores. Ocuparían el lugar idiotas que no dicen malas palabras pero no tienen contenido ni creatividad.



Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires, Argentina

Enero de 2007

Maria Socas: “Mi instrumento de interpretación es la mente”


La actriz nacida en Brasil prepara su debut en la radio, el único medio electrónico al que todavía no le había dedicado su talento. Lo hará con un programa de entrevistas a músicos por la AM de la Ciudad de Buenos Aires. Fanática del Tai Chi y de sus hijos Sasha y Wanda, dice que “los años suman, no restan”. Duermo poco, soy hiperactiva y muy organizada. Y siempre encuentro un hueco para mi práctica diaria de tai chi chuan. Además, me gusta hacer las cosas de la casa. Porque no quiero que nunca me falte piletón” “Me convocaron porque les gustaba como era como reporteada y querían que reprodujera eso desde el otro lado”, reconoce entusiasmada la bella actriz ante el desafío.



Aun con la ventana abierta el omnipresente perfume dulzón de María Socas ya se hizo dueño de la oficina de prensa del octavo piso del Centro Cultural San Martín. Allí funciona la AM 1110, todavía “De la Ciudad”, aunque a partir de febrero, con la nueva programación (que además de a ella incorporará a Leticia Brédice, Virginia Innocenti, Roli Serrano y Federica Pais, entre otros) pasará a llamarse “La Porteña, una máquina de radio”.
Dentro de las novedades estará “La música de los músicos” (desde el 4 de febrero, todos los sábados de 20 a 22), conducida por la bella María y producida por el probo Martín “Loro” Zabala. Ya se grabaron programas con Lito Nebbia e Iván Noble, pero ella no larga prenda: “No quiero adelantar nada. Sólo diré que se trata de dos horas de charlas matizadas con la música que ellos traen, en las que el invitado y yo, desde mi lugar de actriz, intercambiamos experiencias sobre cómo vivenciamos el proceso creativo”.
-¿Cuántas canciones pasan?
-Serán unos diez temas, más uno que elijo yo y es el que más me gusta del invitado, y otro que eligen también él (o ella) y que tiene que ver con esa canción que compusieron y pensaban que sería un éxito pero no pasó nada. Los temas que seleccionan no tienen que ser propios y deben reflejar distintos momentos de su vida, sus gustos o lo que sea.
-¿Ellos eligen o traen sus CDs?
-Los traen de verdad. Esa es la idea del programa. Dependemos de que sean disciplinados. Veremos qué pasa cuando uno me diga “estoy en camino, vengo desde no sé dónde y no puedo pasar por mi casa”. Una de las poquititas cosas que pedí es que escuchemos las canciones en el estudio, que no grabemos la charla y después se edita. Otra es saber con una semana de anticipación el nombre del invitado para poder prepararme.
-No pisan los temas.
-No, nunca les hablamos arriba. Sí pasa que hablamos de un tema y que los productores lo buscan, me hacen señas rarísimas, y lo ponen de cortina. Es decir, va grabado pero en vivo, como salió.
-Nunca hiciste radio.
-No, hace tres años estuve por...
-En La Isla.
-Sí, y así como apareció nunca supe por qué desapareció. Pero me quedó la fantasía. Por eso cuando Rodi Mascali (el director general) me convoca me entusiasmé.
-¿Por qué te eligieron?
-Porque dijo que me veía y escuchaba en reportajes desde hacía muchísimos años...
-Tampoco muchísimos...
(Se ríe)-No hay problemas, tengo una concepción oriental del tema. Los años suman no restan. Como sea, le gustaba cómo era como reporteada. Querían eso mismo pero del otro lado. Les dije que no era una experta en música y me aclararon que buscaban eso para evitar un diálogo técnico.
-Al ser actriz trabajás con el cuerpo y los gestos. ¿Te sentís limitada sin esos recursos?
-No. Porque mi instrumento de interpretación es la mente. Después me adapto a si es en la tele, el cine, la radio o la calle. El cuerpo, la voz, los gestos se ajustan al espacio. Lo que permanece es el pensamiento. Las entrevistas las preparo como a un personaje. Me adentro y lleno cuadernos de notas con mis investigaciones.
-¿Cómo encontrás tiempo para esas actividades con dos hijos?
-No lo tengo. Sasha (11) empezó a tomarse en serio el tema de la música y desde el colegio me sugirieron que lo meta ya en un conservatorio. Toca solo en la guitarra y el teclado. Gracias al fútbol conoce los países, sus banderas y se pone a tocar los himnos de naciones rarísimas. A Wanda (9) también le dio por la música. El otro día tuve frente a un espejo grande de casa a las veinte chicas del grado bailando las coreografías de la película “High School Musical” durante dos horas. Sin conflictos ni peleas ni diferencias.
-¿A ninguno le dio por la actuación?
-Sí, pero si hablo de eso me matan. Es muy íntimo de ellos.
-Al final no me contestaste de dónde sacás el tiempo. -Duermo poco, soy hiperactiva y muy organizada. Y siempre encuentro un hueco para mi práctica diaria de tai chi chuan. Además me gusta hacer las cosas de la casa. Mi amiga la poeta Mabel Margarido definió a otra chica que siempre tenía angustias como que “le faltaba piletón”. No quiero que eso me pase nunca.
-¿Proyectos como actriz para 2007? -Sí, teatro, pero no lo puedo decir. También puede ser en televisión, pero por ahora no pasa de rumores. Falta que salga al aire el capítulo que grabamos con el Puma (Goity) de “Conflictos en red” y el estreno de “El mismo loco afán” la película (dirigida por Enrique Muzio) que grabamos con Ulises (Dumont) y Claudio Gallardou.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica

Buenos Aires, Argentina
Enero
de 2007