domingo, 10 de diciembre de 2006

Raúl Portal: "Me siento un leproso con SIDA"

Se podría decir que el inclasificable Raúl Portal está al frente de un “petit multimedio”: tiene su programa de televisión, su revista, sus exposiciones y su página web, todas con el mismo nombre, “El Portal de las Mascotas”. Y desde hace un mes, agregó una audición (Radio el Sol, AM 1450, lunes a viernes de 12 a 14): “El Portal del mediodía”, que co-conduce con la joven y bella María Taratuty. “Tenemos éxito sin famosos, ni exteriores, ni escenografía y poca producción. Es una hora y media de perros tristes. Mi hijo Gastón siempre me dice que es un milagro porque es antitelevisivo. (...) En la radio la gente muere por hablar de sus perros”. La nueva dama que lo acompaña es María Taratuty, de 23 años, a quien conoció hace 16 cuando lo visitó en Continental y él la agarró de las colitas en broma.



Advertencia: este reportaje no es una primicia. Pero no es que se trate de un refrito, sino consecuencia de las excentricidades del entrevistado. Raúl Portal quiso que la charla saliera al aire en su nuevo programa radial y así fue. Los estudios de Puerto Madero de la flamante Radio El Sol son coquetos y completos. A Raúl le quedan algunos vicios de la tele: gesticula y enfatiza las ideas moviendo las manos, pero sólo unos pocos pueden verlo. Sin embargo, exhibe sus bazas: “Tengo 36 años de radio, empecé en Mitre en 1970, y la amo profundamente”.
-¿Por qué en esta emisora?
-Pertenece al grupo El Sol de Quilmes, un diario de 79 años y que está creciendo como multimedio. Compró canales de cable, radios del sur y ahora buscan tener alcance nacional. Me crié leyendo libros épicos, por eso una radio que recién empieza, en un lugar nuevo del dial es fundacional, y todo un desafío. Eso me encanta y además, es muy cómoda porque todos tiran para adelante.

“En mi haber figuran Mariana Fabbiani, las dos Pais, Panam, Gisela Barreto, Marixa Balli y tantas otras”, se jacta. En la pantalla de la PC figura una receta de un guiso vegetariano, responsabilidad de María Taratuty, su nueva “adquisición”, a la que cuida como a una joya. “Esta es la segunda vez que entro a un estudio de radio –relata ella-. La primera vez fue a los 7 años, cuando con el colegio nos fuimos de excursión a Continental. Raúl nos saludó a todos, pero a mí me agarró de las colitas y dijo: ‘me gusta ésta porque tiene manijas’. Depués cuando apareció ‘El Portal...’ me volví fanática y no paré hasta que logré formar parte del programa”.

-Siempre con las mascotas.
-Así es. Romay me colgó el sayo de que “televisión Portal, barato y original”, por eso nadie me ofrece mucha plata para producir. Mi secreto es que pateo siempre al arco. En esta época del año voy por los canales ofreciendo mis nuevas ideas (siempre hago algo nuevo, que no quiere decir que sea bueno) y todos me escuchan pero me piden a “los perritos”. En fin, en definitiva hoy la TV es un gran “PNP”, aunque el juicio contra “TVR” siga adelante.
-¿Vendiste el formato del “Portal...” al exterior?
-Me ofrecieron hacerlo en Cuba, Chile, Uruguay y Brasil.
-Siempre con vos, no el formato.
-Sí. Porque no pueden creer que funcione. En España nos premió una asociación protectora de animales porque no existe nada parecido en el mundo. Sólo concursos o científicos. Con tristeza digo que, salvo canal 7 tenemos el único programa de servicios de la tele. Por eso no nos ternan para el Martín Fierro todos los años. Ganamos dos y perdimos uno muy justamente contra “Recursos Humanos”.
-¿Cómo se traslada la lógica del “Portal de las Mascotas” a la radio?
-Me gusta mucho más que la televisión, tenés otro tiempo. Hay una crisis afectiva. Por eso la gente muere por hablar de sus perros. No sé manejar y viajo en taxi; todos los choferes me cuentan anécdotas de sus mascotas. Nunca llegué al corazón de la audiencia de esta manera. Ni con “Semanario Insólito” ni con “Notidormi”. Cumplimos el reencuentro 10.000. Soy feliz porque encontré un lugar en el mundo.
-¿Es rentable o resignás por ese lado?
-Es muy barato. Tenemos un éxito (relativo, no competimos con “Montecristo”) sin famosos, ni exteriores, ni escenografía y con poca producción. Tres horas de perros tristes. Mi hijo Gastón siempre me dice que es un milagro porque es antitelevisivo. Claudio Villarruel me dio la oportunidad por tres meses en Telefé y no paramos nunca más en tres canales.
-¿Te imaginás el programa sin vos?
-Sí, seguro. Más de treinta años no lo voy a seguir. Violé la “Ley Sandrini”, que decía que “nunca hay que laburar con niños, muñecos o animales porque te roban la escena”. Hacemos lo contrario, nosotros vamos atrás de los perros. Eso es antizapping, nadie puede cambiar de canal si hay un cachorro en pantalla.

“Me siento un leproso con SIDA”, dice para graficar que se siente sólo cuando defiende a algunos de sus amigos. Y explica: “durante cuatro años me cerraron todas las puertas por lo del padre Grassi. Yo lo defiendo no por inocente (que lo es) sino por amigo. En su momento le dije que si llegaba a ser verdad, lo entregaba en persona a la policía pero sin dientes”.
-¿Cómo quedó la fundación?
-Perdió 1.500 chicos. Será difícil recuperarlos. Ahora me largo en campaña por el “juicio ya”. Los abogados dicen que no lo juzgan porque deberían absolverlo porque es escandalosamente inocente.
-Luis D’Elia te hizo una cámara oculta.
-Sí, me llamó a una reunión para destrabar un subsidio de los pibes. Pero no la pudo mostrar porque yo no hablo mal de un amigo ni bajo tortura. Entre ellos cuento al coronel Seineldín y a Enrique Gorriarán Merlo, que murió hace poco. También a Silvio Soldán, que hizo feliz a mucha gente mandándolos a Bariloche y que impulsó la carrera de tantos tangueros. Sin embargo sólo fuimos a verlo Cacho Rubio y yo.
-¿Hasta dónde les bancás errores a tus amigos?
-No deben haber sido torturadores, ni desaparecedores, ni aborteros, ni violadores, ni abusadores de menores. Grassi es inocente y pronto se va a redimir.



Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires, Argentina

Diciembre de 2006

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