sábado, 16 de diciembre de 2006

Jorge Bocacci: “Me dicen que soy el ángel de las abuelas”.

Desde hace un año y medio va en dúplex por Cooperativa, AM 740, en Buenos Aires, y por Radio Argentina de Mar del Plata, FM 106.5, siempre con su clásico “Bocacci a tango limpio” (lunes a viernes de 6 a 9). Y aprovecha esa posibilidad al máximo porque alterna las dos ciudades de acuerdo con sus otras ocupaciones (vuelven los “Ttitanes...”, y puede aparecer desde un estudio u otro.
“Hoy a los que les gusta Arjona y Sabina por lo que dicen, se van a sorprender por lo que escribían nuestros poetas. Lo que pasa es que tienen que vencer el prejuicio de que el tango es llorón, el cuchillo y la cortada”.


En perspectiva, a nadie puede llamarle la atención que en 1978 el inolvidable Martín Karadajián (aconsejado por Rubén Peucelle y José Luis) eligiera a Jorge Bocacci como maestro de ceremonia de los míticos “Titanes en el Ring”. Es que este licenciado en ciencias de la información es un verdadero luchador que desde hace décadas pelea por el tango desde su lugar de comunicador, en Buenos Aires y Mar del Plata.
-¿Es tanguera Mar del Plata?
-Sí. Tiene milongas y mucha actividad cultural. El teatro Colón de allá está a full con espectáculos de tango y folclore.
-Hay gente que lo consume, entonces.
-Sí, más allá de la temporada de verano, cada año hay más jubilados que eligen Mar del Plata para radicarse. Si suponemos que es gente que vivió la época de oro del tango, es lógico que se convierta en una plaza tanguera por excelencia. Lo compruebo a diario con el programa. Empecé el dúplex como un hobbie, una travesura y ahora los tacheros y los comerciantes marplatenses me reconocen.
-¿Cómo se te ocurrió?
-Cuando estaba en Mitre hablábamos con Julio Lagos (él en la FM). Me decía que si hacía tango en Mar del Plata iba a meter un golazo. Tenía razón.
-¿Y en Cooperativa?
-Ibope no la mide, pero de acuerdo a mediciones privadas, estamos en los primeros lugares. Hago algo distinto. Mientras todos están con las noticias y las tragedias, nosotros pasamos tango, la hora, el clima y algunos titulares, porque no les escapo. Eso cambia el ánimo del laburante que encara el día.
-¿Cómo evaluás tu programa?
-Es el mejor producto de tango que hice en 34 años de radio. Le encontré la vuelta y está bien aceitado. Mejor que en Mitre, Colonia, Del Plata y la Diez. No le falta nada.
-¿Por qué no estás en la radio de la Ciudad de Buenos Aires?
-Me ignoraron siempre aunque hace años que vengo peleando por la música ciudadana con productos premiados y populares. No creo que sea una cuestión de estilo ni hay política de por medio. Tampoco me desvela porque estoy muy feliz acá. De hecho le acabo de decir que no a una propuesta para volver a Mitre.
-¿Te gusta la FM 2x4?
-Tomaron un perfil ultramoderno por momentos y la esencia del tango no está ahí. Después de todo, la FM la escuchan los jóvenes, en la AM están los mayores. Tengo oyentes de hasta cien años, eso me llena de orgullo. Una oyente muy viejita me dejó un mensaje y me dijo que “soy el ángel de las abuelas”. Con eso estoy hecho.
-Va a contramano de lo que se busca en el medio.
-Sí. En otras emisoras la gente de marketing me pedía todo el tiempo bajar el promedio de edad de mi audiencia: “Hay que apuntar a los jóvenes.”
-¿Qué les contestabas cuando venían con ese planteo?
-Que cuando me llama una mujer de cien años, este programa, además de difundir los mejores tangos, cumple una función social. Me siento tremendamente pago cuando me pasa algo así. Por eso si apuntan a los chicos por una cuestión de consumo no me tienen mucho en cuenta.
-¿Cuál sería esa “función social” a la que hacés referencia?
-Apunto a algo más genuino, que es brindarme a esa franja de edad que menos opciones tiene en todos los órdenes de la vida. Los pibes pueden elegir en el deporte, en el arte y en el trabajo. ¿Quién piensa en el jubilado que a veces sólo tiene como compañía su radio? ¿Qué va a escuchar, los mismos temas que los chicos? No. Va a elegir lo que lo acompañó desde su juventud y por el resto de su vida. Lo que amó y sigue amando.
-¿Y a los jóvenes que no escuchan tango qué les dirías?
-Que le presten atención a las letras porque van a encontrar un espejo para la vida. Hoy a los que les gusta Arjona y Sabina por lo que dicen, se van a sorprender por lo que escribían nuestros poetas. Lo que pasa es que tienen que vencer el prejuicio de que el tango es llorón, el cuchillo y la cortada. No. Cadícamo, Manzi, Cátulo Castillo o Discépolo tienen un altísimo vuelo literario. Y van a hallar vivencias. Además, se estarían acercando a la cultura nacional, si no es su música de cabecera, que por lo menos lo respeten y lo quieran.
-¿Escuchás otras audiciones de tango?
-No. Muy poco, cuando voy a Mar del Plata, un poco más. En Buenos Aires la actividad es más dinámica, tengo menos tiempo.
-¿Viste 100 % lucha?
-No, pero sé que hay compañeros de “Titanes en el Ring” que están trabajando ahí. Hace poco, para hablar del programa, un diario tituló “Titanes del Siglo XXI”. Es evidente que ese formato lo marcó Martín Karadajián. Es como los remedios genéricos.
-¿Vuelven los “Titanes en el Ring”?
-Sí, estuve en Mar del Plata presentando un espectáculo en el club Quilmes, ahora comandados por Paulina, la hija de Martín.
-¿Con qué personajes?
-Está Sulliban, la Momia, el Caballero Rojo y todos los clásicos. Nos fue muy bien porque se mezclaba la nostalgia de los papás que llevaban a los chicos, muy enganchados con los personajes de su infancia, que en los nuevos ciclos no están.
-Fanatismo.
-Imaginate. Al final de un show vino un hombre con un disco de vinilo de los Titanes, que lo cuidaba como una reliquia y me pidió que se lo autografiáramos. Otro me dijo: “Déjeme darle la mano, que con esta usted se la levantó tantas veces al campeón del mundo”. Una magia tremenda.
-¿Y a la tele?
-Paulina me anticipó que estuviera preparado porque en cualquier momento reaparecíamos. Hay conversaciones muy avanzadas con un canal de aire. Pablo Lorenzo es un joven abogado que se encargará de los relatos y yo seguiré con las presentaciones desde el ring.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica

Buenos Aires, Argentina
Diciembre de 2006

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