domingo, 7 de mayo de 2006

Gloria López Lecube: “La economía mejora pero la sociedad está cada vez peor”


Además de ser la directora de La Isla (FM 89.9) y La Marea (AM 1420), la periodista conduce en dúplex de 7 a 9 su programa “El poder y la Gloria” y sigue hasta las 11 sólo en la FM “Porque le tengo más cariño desde hace más tiempo”. “La torta publicitaria creció para las tres primeras del ranking de AM y FM. El resto la seguimos remando. Esto no es un negocio. Nos mantenemos en los mismos niveles de ingresos del año 2000, pero ahora todo es más caro, y en dólares”.



“Estas radios son como el hijo varón que no tuve”, confía Gloria López Lecube. Y agrega: “La de empresaria es una tarea masculina. La Marea está licitada con todas las de la ley desde 1999 y llega hasta Mar del Plata y Córdoba, con viento a favor. Salió al aire por primera vez el 8 de octubre, el día del nacimiento de Perón y el Che Guevara. Excelente momento para empezar algo. La Isla opera con un PPP (Permiso Provisorio Precario, también legal), toma Capital y parte del Gran Buenos Aires”.
-¿Cuándo empezaron los atentados a tus radios?
-El 16 de octubre fue el primero. El tercero y último, en noviembre. Se presupone que fue alguien que compite desde una radio trucha y les molesta nuestra llegada.
-¿Ya pagó alguien?
-No, pero no quiere decir que vaya a quedar impune.
-¿Cuál es el target de La Marea?
-Fue difícil decidir eso. La Isla apunta a un sector pensante, dirigente, empresario e inteligente. La AM debe estar pensada para gente más grande, que está acostumbrada a leer de todo y a escuchar a las radios que ponen un gran despliegue al aire. Para diferenciarnos teníamos que traer lo mejor del pasado sin dejar de se modernos.
-¿...?
-Queremos recuperar los valores de la familia, la amistad, la educación, la verdadera comunicación y el buen lenguaje. Y organizaremos campañas para concientizar, machacando con un tema por mes desde los programas y la artística. Volver a las reglas es el futuro.
-Suena conservador.
-Pero es que si seguimos en este camino, nos vamos a autodestruir. Aunque la economía mejora, la sociedad está cada vez peor. Sin valores, sin respeto ni solidaridad nos quedamos sin comunidad. Por eso los conductores no tienen que pisarse, agredirse ni decir palabrotas. Si vas a maltratar a tu movilero al aire, ¿para qué lo tenés?
-¿Cómo instrumentarán las campañas?
-En la calle. Regalaremos, por ejemplo, bozales para perros y cosas similares.
-Algo parecido a lo de Radio 10.
-Sí, pero no me copio de ellos. Lo que hicieron de regalar la banderita argentina estuvo muy bien, pero la enseña nacional no puede estar vinculada con ellos y su manera de moverse. Para colmo, sus dueños ya no están cuestionados y hasta los ven como exitosos, eso está mal.
-¿Por qué son líderes, entonces?
-Porque dicen lo que la gente quiere escuchar. Es mucho más fácil dar un mensaje autoritario porque la sociedad lo es. La gente vivió así tanto durante la dictadura como en algunos gobiernos democráticos; por ejemplo el de Carlos Menem, que con su corrupción y su golf, destrozó todos los valores. Hay radios que apuntan a la gente que cree que el éxito es lo único que importa, sin tener en cuenta el camino, el cómo se llegó. No es mi caso, yo me voy a morir en la mía. Porque me miro al espejo tranquila.
-¿Nunca te replanteás nada?
-Bueno, a veces pasan dos días sin que pueda llamar a mi hija Dolores, que vive en Italia y me cuestiono si no estoy trastocando mis valores.
-Una vez me dijiste que tenías las mismas convicciones que a los quince.
-Sí.
-¿Ser empresaria no modificó, flexibilizó o hizo tambalear ninguna de esas certezas?
-Más ahora que tengo un multimedio (se ríe). No me pervertí porque soy una idealista.
-Hablaste poco de la FM.
-Porque a La Isla la gente la conoce más que a mi nombre. Está instalada.
-Contame cómo es tu programa, “El poder y la Gloria”.
-Las primeras dos horas va en dúplex, y me quedo después dos más sólo en FM, probablemente porque le tengo más cariño desde hace más tiempo (sonríe). En ese tiempo extra puedo relajarme y crear un clima más distendido, con más color y un tinte más intelectual y filosófico, algo a lo que el oyente de La Isla está más acostumbrado. También hay editoriales, juegos y desafíos culturales. Todo matizado con un locutor que sigue informando.
-¿Extrañás el horario de la tarde?
-No, porque perdí mucho por hacerlo.
-¿En qué sentido?
-Por mi rol de empresaria no podía pensar durante el día, y la tarde tiene otra realidad. Yo terminaba de hablar con el contador y de firmar cheques, y diez minutos después estaba al aire para hacer dos horas de actualidad. No podía ni pensar mi editorial. La empresa te consume. Te dicen que tenés que estar bien organizada e incluir a una segunda línea de ejecutivos. La realidad es que todas las semanas aparece un problema nuevo que requiere tu atención y decisión, imposible de delegar.
-¿Cómo es el panorama económico de las radios hoy? ¿Subió la torta publicitaria?
-Sí, entre un veinte y un cuarenta por ciento, pero sólo para las tres primeras del ranking de AM y FM. Además se llevan más de la mitad del total. El resto la seguimos remando. La radio no es un negocio. Estamos en los mismos ingresos del año 2000, pero todo es más caro, y en dólares. Pero si sos idealista, no quebrás.



Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica

Buenos Aires, Argentina
Mayo de 2006





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