jueves, 20 de marzo de 2003

Luis Pedro Toni: "Frente al micrófono le hablo a un Sofovich tácito"




Se maneja dentro de la emisora como un pez en el agua. Luis Pedro Toni es una de las voces características de Radio 10 y sus columnas de espectáculos son un punto fuerte de "El Oro y el Moro" (lunes a viernes de 9 a 12), el programa más escuchado de la radiofonía nacional. Ecléctico, además de preocuparse por el "showbusiness", lee filosofía y tiene una novela escrita, "El ombligo de la Tierra", sobre el conflicto árabe-israelí, que espera publicar en Medio Oriente. "Estoy en este horario desde que empezó La 10 porque arranqué con Antonio Carrizo -recuerda-. Cuando llegó Oscar González Oro seguí, y pusimos entre todos el hombro para crear un programa entretenido, sobre todo por la difícil situación que se vivió en la Argentina de los últimos años".
-¿Cómo es González Oro?
-Un hombre con mucho sentido de la realidad y dinámica en la conducción. Que, además de sus virtudes como animador, se preocupa por la calidad y la jerarquía de la transmisión. Tiene la virtud de superar a la cruda realidad con humor, canciones y buena onda.
-¿Respeta al columnista de espectáculos?
-Sí. A pesar de que a veces tiene una opinión opuesta a la mía y, por sus contactos, muy buena información. A veces hasta nos enojamos porque pensamos diferente sobre una obra de teatro o una película, pero no pasa de ahí. Por lo general nos respeta, algo que no ocurre en otros programas.
-¿Sos uno de los decanos del periodismo de espectáculos que hoy se ve en los medios audiovisuales?
-Puede ser... uno es viejo en esto. Con otro estilo está Nora Lafón.
-Vos sos más histrión.
-Sí, claro. Para poder dar información, chimentos y rumores del mundo del espectáculo tenés que tener la estructura formada: saber de cine, teatro, televisión y radio. Si entendés cómo debe ser eso y a ese saber le agregás la vida de los protagonistas, siempre será interesante. Porque eso que muchos desprecian, que es el chimento, es lo que más le interesa a la gente. Sobre todo si es de una persona importante.
-¿Cuánto tuvo que ver Gerardo Sofovich en la creación de tu estilo?
-El diálogo que yo puedo entablar con él no lo puedo repetir con nadie ni en radio ni en TV. Hay un feeling muy particular que con sólo mirarnos sabemos cómo pensamos sobre un tema. Además me convirtió de un periodista de diarios en un comentarista estrella. Pensá que antes de que apareciéramos por primera vez en pantalla teníamos veinte años de mesa de café juntos. Cómo será que muchas veces, frente al micrófono, le hablo a un "Gerardo tácito".
-¿Te salieron sucesores?
-El estilo del chimento más copiado es el que inventó Héctor Ricardo García, y que llevó adelante muy bien Lucho Avilés. Lo digo sin dejar de asumir mi propia responsabilidad, porque yo hacía lo mismo en La Razón y traje a Lucho a Buenos Aires desde Montevideo. Lo cierto es que de aquel "Radiolandia TV" surgieron los "Indiscreciones", "Paparazzi", "El Periscopio", "Rumores", "Intrusos", "Los profesionales de siempre" y todo lo que se te ocurra.
-Lucho es más irónico que vos.
-Claro, más diabólico. Sin embargo, yo también era un poco así y me fui corrigiendo con el tiempo. Aunque no estoy seguro de que sea un avance haber perdido el veneno. Pero opté por leer y perfeccionarme en ver más cine, teatro y viajar a festivales.
-De los que están en televisión en tu rama ¿quién te gusta?
-Jorge Rial es el que mejor "vende" u ofrece los chimentos. Carlos Monti, que puede volver en cuaquier momento, y es de la misma escuela, es el que mejor los produce. Viviana Canosa lleva pocos programas como conductora y su producción sigue la línea de "Rumores". En audiencia divide con Rial, vamos a ver cómo le va. Porque algunos se inician en esto con fundamentos y otros estúpidamente como es el caso de un programa que está en la tarde de Canal 7, que amagan con dar los chimentos y después no lo hacen. También hay algunos que dicen: "Miro a Canosa porque tiene chimentos elegantes".
-¿Qué son los chimentos elegantes?
-Esto se empezó a escuchar después del caso de la cámara escondida a Corazza. Si al productor le pareció válido, eso está dentro del juego del mundo del chimento. La distinción entre vida privada y pública es estúpida.
-¿Y Pettinatto y Mauro Viale, que se sumaron ahora?
-Son muy inteligentes. En otro momento tuvieron un concepto peyorativo hacia este trabajo. Pero se dieron cuenta de que para hacer seis o siete puntos en televisión (ese es el techo, por más que matés a Corazza en cámara) necesitás el espectáculo. Porque de otro modo seguirían con sus 2.1 de rating y les iban a dar una pateadura. Sobre todo desde que los directivos bajaron a los "mediáticos", que aportaban ocho o nueve puntos.
-Ahí la "víctima" fue Marcelo Polino.
-Claro, porque él eligió eso para poder seguir con la conducción. La pantalla no se bancaba dos programas iguales (estaba "Rumores") y optó por esa variante. Tuvo mala suerte, pero está en la radio y se va a levantar porque es joven y muy capaz. No creo que eso lo haya afectado.


Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Marzo de 2003

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