sábado, 22 de enero de 2000

Virginia Hanglin: "Mi estructura es la nada"

"El nuevo año me encuentra contenta porque estoy a punto de cumplir un año en Nacional y es una linda experiencia porque no hice mucha radio en mi carrera", revela Virginia Hanglin con una sonrisa de oreja a oreja que reafirma sus palabras. A pesar de que en la calle un cartel de la radio todavía promociona "La movida 870", el programa que compartía con Juan Alberto Mateyco, la realidad es que Virginia conduce "El Balcón 870" todas las mañanas (de 9 a 12:30) junto al recientemente incorporado Marcelo Simón.
-¿Cómo te llevás con Marcelo?
-Nunca tuve problemas con nadie porque soy muy bruta. Necesito que los demás me informen y soy muy preguntona. Marcelo sabe de todo y de lo que le preguntes te cuenta, por lo tanto es una compañía inefable para mí. Yo estuve siempre más volcada a mi familia y a la información del día pero nunca tuve un gran acervo cultural.
-¿Piensan desarrollar alguna estructura nueva para el programa?
-Sí: la nada, como siempre. No soy estructurada y Marcelo es igual. Tenemos una locutora (Patricia Agostinelli) y un columnista deportivo que cambia todos los días.
-¿Imitás a alguien?
-No. Ni copio ni me gusta que me copien. Cuando alguien usa una muletilla mía, la cambio.
-¿Con quiénes disfrutás por radio y TV?
-Con tipos como Pergolini, Ari Palouch, Lalo Mir y muchos que me olvido seguramente... (piensa) no te nombré ninguna mujer, qué raro. En la tele me gustan Susana y "Gasoleros". Y me gusta el noticiero de TN y Crónica TV. Es muy piola. En realidad me encanta todo Crónica, son unos sinvergüenzas en el buen sentido. Cada mañana digo al aire: "si me quiero meter en la realidad como por un tubo, agarro Crónica".
-¿Natalia Oreiro?
-No la ví.
-¿Qué te divierte?
-La gente que me escucha. La respuesta inmediata que tienen y me sorprende lo parecida que es a una. La tele es más "careta" que la radio, tiene más cáscara y a la gente la sentís más lejos. En la radio podés hablar de lo que sea e inmediatamente tenés 10 tipos que te cuentan que les pasó exáctamente lo mismo. De la tele me encanta que se me ven los defectos. Nunca combiné bien con un mundo que debería ser perfecto como es ese.
-¿Y en tu vida?
-Disfruto de comer tortas, dulces y tomar clericot. Ir al Casino y apostar. Juego mucho al Loto y al Quini.
-¿Perdés mucho?
-Más o menos. Me gusta tener la sensación de que va a haber un premio. También los regalos y cantar y bailar.
-¿En la ducha?
-No, en la calle y a los gritos. Lo hago pésimo (risas). Siempre entro al trabajo cantando a Nino Bravo, Mercedes Sosa o a Sandra Mihánovich.
-¿Cuáles son los grandes temas que te interesan?
-Los clásicos: los afectos, el laburo (donde entra la guita) y los hobbies.
-¿Tenés algún hobbie?
-Viajar. Me gano muchos premios por la tele. Gracias a Tinelli me fui a la isla Margarita y en "Locos por el Fútbol" me gané un viaje a Río de Janeiro que todavía no usé. El viaje que más disfruté fue una "escapada" que hice con Sebastián, mi actual marido en una época en la que mi estado civil era inadecuado. Nadie sabía que estábamos juntos. Nos fuimos en una camioneta por la costa desde Punta del Este hasta Santos, la playa de San Pablo.
-¿Qué te atrae de "la realidad"?
-No entiendo nada de política. Pero me entusiasma que me expliquen y entonces la disfruto.
-¿Te involucrás, tenés algún partido al que seguís?
-No, no estoy afiliada ni de hecho ni de corazón a ningún partido político. Me interesan las personalidades. Si me das a elegir, en teoría soy tirando a socialista. Pero no siempre hay un representate de esas ideas que pueda arrastrar un gran caudal de votos. Y yo quiero que mi candidato gane. Después, como periodista, una vez que ganó, si hace algo que me parece que está equivocado trato de convencerlo de alguna manera para que cambie.
-¿Creés que lo podrías lograr?
-Uno manifiesta lo que le pasa a la gente. Si la misma realidad la muestran todos los que están seriamente adelante de un mirófono se me ocurre que nadie que quiera volver a ser electo te vaya a ignorar.
-¿Cambiará algo después de las elecciones de este año?
-Si no cambia nada sería un fracaso para cualquier gestión. Si alguien agarra un cargo es para hacer algo diferente. Mi temor es que, a quien le toque, desande lo bueno. Me encantaría que nos pongamos de acuerdo para ver qué es lo positivo antes de que suban los nuevos.
-¿Qué cosas te parecen malas?
-Los impuestos que pago y que mis ingresos no me alcancen para mis gastos. Me parece que a todos les pasa lo mismo. No soy una loca. Todos coincidimos en que el nivel de seguridad es deplorable. Que los que vengan cambien eso. Que nos den mejores sueldos y nos cuiden y, repito, no cambien lo bueno.
-¿Cuáles son aquellos puntos que no deberían tocarse?
-Este gobierno tuvo una capacidad de transformación impresionante. No volvamos a tomar 500 pibes para que trabajen para el Estado y los tenga que mantener yo con mis impuestos. Y la libertad de expresión que hay hoy. Nunca hubo algo así. Otros gobiernos tuvieron listas negras y no eran militares.
-¿Estuviste en alguna lista negra?
-Personalmente no, pero mi programa sí. "Semanario Insólito" fue "limpiado" a pesar de que todavía hoy muchos viven de productos parecidos. Como Pergolini, que lo reconoció.
-¿Quedaste "pegada" a "Semanario Insólito"?
-Sí, la gente por la calle se acuerda y creen que estoy en los programas parecidos. Me dicen "qué bien que estuviste anoche" y yo nunca formé parte de ese programa.
-¿Por qué creés que se da este fenómeno?
-Porque no hay mujeres en esos programas. Yo fui la única. No sé porqué, no es mi culpa. No tengo ni idea de por qué los varones hacen sus programas solos. Yo siempre trabajé con hombres. Los paladeo y les agradezco que me hayan invitado a compartir su maravilloso espacio varonil (se rie). Si no hay mujeres en programas satíricos debe ser porque no tienen ese costado.


Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires, Argentina
Enero de 2000


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