miércoles, 15 de diciembre de 1999

Héctor Timerman: "Yo no compito con Jacobo Timerman"


El conductor de "Diálogos con opinión" (Libertad, AM 950, lunes a viernes de 18,00 a 20,00) tiene el orgullo y la responsabilidad de portar uno de los apellidos que marcaron al periodismo en los últimos cincuenta años. Héctor Timerman es el hijo mediano del famoso Jacobo y durante años se dedicó a las finanzas. Sin embargo, al abrazar la profesión de su padre, la referencia se hizo casi inevitable. Casado y con dos hijas, está a punto de viajar a Nueva York porque la Universidad de Columbia implementará una beca anual de periodismo para estudiantes de Latinoamérica con el nombre de su padre. Con respecto al programa asegura:"Tratamos de salir de la inmediatez de la noticia para profundizar en lo cotidiano. Por eso el horario de la tarde, que es cuando la gente está más predispuesta a la reflexión. Buscamos el pensamiento, la opinión y el diálogo".
-¿Te adaptaste al horario o lo buscaste por ser ideal para la propuesta?
-A mí me ofrecieron siempre hacer programas por la mañana, pero no me gusta. Por eso este año pedí el cambio de horario para conducir una "vuelta". Acá pesan más las ideas que la información.
-Samuel Gelblung me dijo que "le asqueaba ver que muchos periodistas buscaban lavar su menemismo para hacerse chupamedias de De la Rúa". ¿Qué pensás al respecto?
-Lo quiero mucho a Chiche pero ¿considera que el periodismo era menemista? No me parece. Aunque algunos puede ser que se estén dando vuelta. No existe el periodismo objetivo al ciento por ciento. Algunos serán oficialistas y los otros se pasarán a la oposición.
-¿A los periodistas que eran suaves con la Alianza y críticos con el gobierno les puede pasar lo mismo que a la revista Humor con la llegada de la democracia, es decir, que pierdan protagonismo?
-Humor era la única revista que se oponía a la dictadura. Entonces al comprarla se hacía un acto de oposición. Con la llegada de la democracia, todos los medios hicieron lo mismo y Humor pasó a ser una más. Quedó descolocada en un clima de crisis económica y comenzó a decaer. No creo en el periodismo independiente. Los dueños de los medios eligen los temas que van a tratar y con eso editorializan y opinan.
-¿A algunos medios les venía bien el menemismo?
-Puede ser. Pegarle era bueno, fácil e ideológicamente sencillo. Tal vez ahora les cueste un poco si piensan similar a la Alianza. Ojo que hablo de los que opinan de buena fe. Ser opositor es más tentador, más atractivo y más fácil. Librar una batalla siempre es más interesante que publicitar actos de gobierno.
-¿Los medios se privatizaron pero se formaron grandes "pools", cuál es tu reflexión?
-Que pasamos del monopolio estatal al monopolio privado. Aunque no me preocupan tanto los "pools" (aunque no son lo ideal y deberían estar controlados por el Estado) sino aquellos grupos que tienen medios y sus negocios principales son otros. Y usan los medios para potenciar otros ganancias. Eso es muy grave.
-¿Quiénes se ajustan a esta descripción?
-No importa. Los grandes seguro que no, porque viven de los medios. Además está el tema de la adquisición masiva de medios por parte de capitales extranjeros. ¿Qué intereses van a defender? Eso es peligroso porque un medio no es una fábrica de camisas. Hay otra responsabilidad social. El que quiera ganar dinero y nada más con el periodismo que se dedique a otra cosa.
-Fuiste militante peronista y debiste exiliarte durante la dictadura.
-Es cierto. A mí me tocó irme después de un año de que cae preso mi padre. Los embajadores de Estados Unidos e Israel me aconsejan que me vaya porque tenían la información de que podían atentar contra mi vida. Me escapo por Brasil y voy a Estados Unidos. Allá terminé mis estudios universitarios, participé en la lucha por los derechos humanos y en el '83 ya tenía una beba y estaba muy establecido allá. Volví el día que asumió Carlos Menem, con la particularidad de que el vuelo estaba vacío.
-¿Cómo te cayó que la por entonces ministra Susana Decibe te acusara de pertenecer a la "izquierda caviar"?
-Gajes del oficio. Nunca la vi en mi vida. Ella se encontró con alguien en un restaurante y lo confundió conmigo. Después lo reconoció. Me acusó de corrupto y eso me molestó mucho más. (Decía que le cambiaba publicidad oficial por tratarla bien en la revista Tres Puntos). Siempre fui honesto y digno y más que nada en mi profesión. Más que nada con el apellido que llevo.
-¿Eso es una presión extra?
-El falleció hace poco y estoy elaborando un duelo muy grande porque era el hijo más cercano. No pasaba día en que no nos viésemos o nos telefoneáramos si estábamos en distintas ciudades.
Jacobo Timerman se dividía en el mito y mi padre. Yo no controlo al personaje público, pero debo vivir con todo lo bueno y lo malo de ser su hijo.
-Mientras estaba vivo el mito lo cargaba él...
-Es cierto pero decidí no ser el guardaespaldas del mito. Yo no compito con Jacobo Timerman más que cualquiera. Soy fanático de Boca, si me comparo con Riquelme me voy a frustrar. Hago el periodismo con honestidad y lo mejor posible. Me mido contra mí mismo.
-¿El periodista le sacaba tiempo al padre?
-Era adicto al trabajo. Nunca pisó el colegio para una reunión de padres, por ejemplo. Pero era muy cariñoso y cálido con sus hijos y nietos. A pesar de que tiene la imagen de duro. De hecho, cuando era chico y tenía que pedir el auto o hacer firmar un boletín con malas notas acudía siempre a él. Tenía una gran bondad.
-¿Cómo es esto de que practicás oficios religiosos?
-En la religión judía cualquiera puede hacerlo (no puede casar). Pero no es mi caso porque no tengo el estudio como para hacerlo. La confusión surge porque Carlos Ulanosky me estaba haciendo una nota y le dije: "me voy porque tengo que hacer un servicio religioso". Pero era en mi casa. Algo privado y él entendió que era en la sinagoga. En fin...
-¿Alguna vez fue un peso ser judío?
-No. Yo nunca trabajé en periodismo en relación de dependencia. Siempre generé mi propio espacio. Mi padre me cuenta que cuando empezó le sugirieron cambiarse el nombre porque "Jacobo" se había convertido en un mote. Y el dijo: "precisamente por eso lo voy a llevar con orgullo".

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica - Buenos Aires
Diciembre de 1999

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