viernes, 17 de diciembre de 1999

Guillermo Cervantes Luro: "No sé cómo será la que viene"

"Siempre amé la radio. A los cinco años pasaba avisos con un colador de té como si fuera un micrófono. Más tarde me mudé a San Fernando, donde había una red de altoparlantes y hacía un programa desde un cine que se transmitía a todo el barrio. Así empecé". Hablar con Guillermo Cervantes Luro es un placer. Verdadera leyenda de la radio, sus modos elegantes y su voz clara, subyugan y sus 45 años de trayectoria, imponen respeto. Fanático de Boca y afiliado radical, conduce junto a Marcelo Arce, "Opus 1030" (Del Plata, AM 1030, sábados y domingos de 21,00 a 1,00) desde el '93 donde brilla la música clásica. Su maratón radial sigue de lunes a viernes de 9,00 a 12,00 por la FM de la Ciudad (92.7) con "Con... cierto tango" y los domingos de 15,00 a 18,00 por Radio Municipal (AM 1110) con "Memorias" (desde el '91). "Los programas están bien de audiencia, el problema es la publicidad", se queja. "Esta el prejuicio de que el tango no vende. Entonces se hace muy difícil conseguir anunciantes".
-No es un problema nuevo para usted ¿no?
-Cuando levantaron mi programa de Radio Continental (después de diez años) por falta de avisos, yo denuncié que había mucha hipocresía. Era una audición que se escuchaba en todo el país y Victor Hugo Morales me comentaba que en la redacción de los diarios de Montevideo también. Sin embargo, hay comerciantes y empesarios que se rasgan las vestiduras por el tango, pero a la hora de poner un peso... parece que el tango "no los viste". Hay un señor que tiene una compañía de seguros, varios colectivos y se compró un lugar dedicado al tango. Le fui a pedir un auspicio y no me lo dio. Le representaba apenas 10 pesos por día ¡y en una radio líder!
-¿De dónde sale este prejuicio?
-No sé. Porque el tango es un producto exportable. Los jóvenes van recibiendo los golpes de la vida y se ven reflejados en las letras. Encima hay un auge de muchachos que van a bailar tango y una gran cantidad de flamantes egresados de conservatorios que se vuelcan a la música ciudadana. Será por ese bendito márketing. Hace unos años fui a una tabacalera y me mostraron que habían invertido 32.000 dólares en "Grande Pá" por cuarenta segundos ¿y si justo la gente se iba al baño?. Yo les ofrecía cinco avisos durante todos los días del año por 36.000. Ellos se amparaban en el rating y lo mío no tenía medición. La radio es la hermanita chica de la TV.
-¿Falta el apoyo de las grandes discográficas?
-Indudablemente. Eso influye mucho.
-En Brasil, por ejemplo, esto es impensable.
-Ellos no sólo defienden su música, sino que también la exportan. La "bossanova" llegó a Estados Unidos...
-Bueno, el tango se conoce en Japón, Europa y EEUU.
-Sí, pero sin respaldo gubernamental. Llegó por sus propios méritos. Nunca por medio de una embajada o de una política cultural nacional. Es inexplicable.
-¿Y cómo toma usted esta falta de apoyo?
-Me da mucha bronca, como hombre de radio, ver que se apoye a programas de televisión en los que lo más divertido pasa por burlarse de la gente o contar chistes escatológicos. En el programa de la "diva de los teléfonos", se pagan 800 pesos el segundo. Es lamentable que no haya un peso para el tango.
-¿Los medios reflejan cómo habla la gente?
-Es al revés. Desde los medios se muestra cómo hablar cada vez peor, con menos ideas y manejo del idioma. Y los chicos después se copian y están todo el día "boludo" de acá y de allá. La radio debe entretener, pero también tiene que formar. Incluso puedo aguantarlo en programas cómicos, pero ahora hay que escuchar guarangadas hasta en un relato de fútbol. ¿Dónde está el Confer? Cuando discuto con mi hija por cómo se expresa a veces, es porque ella supone que por oir algo en la tele queda legitimado. Debería haber reglas de juego claras en un medio que se mete en tu casa. Yo puedo imponerme en mi casa, pero ese es mi límite.
-¿Tiene arreglo?
-Espero que sí. Dinamarca era la capital de la pornografía y hoy no queda ningún rastro de aquello. Ojalá no tengamos que llegar a ese extremo.
-¿Consume radio?
-No. Prefiero la televisión. Miro CNN, por ejemplo. Pero reconozco que lo de Alejandro Dolina me parece extraordinario. Ese modo humorístico de contar la historia es el único en que se le puede hacer escuchar a los muchachos.
-Usted fue relator de radioteatros.
-Sí, del '57 al '67. Susy Kent fue una gran actriz de radioteatro y me invitó, en parte por una cuestión de presupuesto. Un relator conocido era caro y yo era joven. Ella me enseñó ese oficio. En la última etapa, los actores eran Alfredo Alcón y Norma Aleandro. Una maravilla.
-Aquellos radioeatros eran verdaderos fenómenos populares.
-Sí, los chicos dejaban la calle para escuchar "Tarzán" y las mujeres podían seguir la novela sin dejar de hacer sus quehaceres domésticos. La TV no te lo permite. Además la radio fomenta la imaginación.
-¿Por qué no se intenta reflotar ese género? ¿Está demodé?
-Hubo un intento hace 15 años con Miguel Angel Solá y Juan Leyrado por Continental. Pero era tan de avanzada que eliminaron al relator. Y no se puede hacer eso, no sirve. Duró dos meses. Creo que no se hacen más radioteatros por una cuestión de presupuesto. A pesar de que hoy no iría en vivo y se podría grabar una vez por semana, en la radio no hay dinero para contratar a figuras. La "torta" se la lleva la TV. Radio El Mundo en los ´50 tenía 20 relatores y 10 relatoras. Y por sus estudios desfilaron, entre tantos, Maurice Chevalier, María Félix, las orquestas de Manzione, D'Arienzo, Troilo y Pugliese. Hoy se acabó. ¿Quién va a querer trabajar en radio si lo que te pagan en seis meses lo ganás en media hora de TV?
-¿Esto cambiará?rad
-No. El doctor Veiga, director de Radio del Plata me comentaba: "la radio como la conocimos no vuelve más". No sé cómo será la que viene.
-¿Cómo es el público de la madrugada?
-Me encontré con que me escuchaban en las guardias hospitalarias, centros de cómputos, vigilantes, dibujantes y todo tipo de estudiantes. Muchos escritores me dedicaron sus obras porque en mi programa estuvo la génesis de ese libro. Y son fieles. Al punto de que los que escuchan el programa de música clásica empezaron a escuchar los de tango.
-¿Qué diferencias hay entre trabajar en Municipal y Del Plata?
-Del Plata, a nivel técnico, es un fórmula uno; hasta mi hija, que vive en San Pablo me escucha por Internet. Además allá soy empleado y en Municipal cobro el cincuenta por ciento de las publicidades que entran. En el trato humano son iguales. En audiencia son iguales, ya tengo mi público cautivo.

Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica - Buenos Aires
1999

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